Revista Cultura y Ocio
“Abro la caja de los amores perdidos y allí me quedo envuelto en tus fotografías.Llevo conmigo tus sueños, mis mentiras y las promesas que no pudieron ser cumplidas.Aquí dentro huele a flores secas y siempre hay algo de carne entre las osamentas. Así son mis cementerios favoritos: los que hacen que los muertos vuelvan a estar tan vivos que meten miedo.Miro la caja de los amores fallidos y me santiguo ante las diosas de mi vida.Leo sus cartas y huelo sus camisas, es droga dura meterse dentro de la herida.Están sus postales desde Viena y la carta que no me atreví a escribir entera.Están nuestras fotos en Madrid, cuando tenga ochenta años me acordaré de tiy echaré una lagrimina.Cierro la caja de los amores fallidos y pienso en cómo puede ser tan demoledora.Adiós mujeres, adiós madre y adiós hijos que no nacisteis pero aún así fuisteis queridos.Quedan bendecidas las derrotas, la pena y el lloriqueo por las parejas rotas.Queda bendecida incluso la maldición que me echaste cuando yo te rompí el corazón.No sé nada del amor.