Tras superar una grave enfermedad que casi acaba con su vida y que le obligó a estar postrado varios meses, el talentoso Daniel Gildenlöw nos presenta su nuevo trabajo “In The Passing Light Of Day”. El alma mater de la banda Pain of Salvation nos trae un trabajo altamente complejo, de carácter autobiográfico en el que relata y transmite lo vivido.
La polémica y egomaníaca personalidad de Daniel hace que los músicos con los que se codea en Pain of Salvation vayan desfilando uno tras otro. La cara de la moneda de este ir y venir de músicos también tuvo su cruz cuando hubo roces en las bandas en las que ha colaborado, como The Flower 
Casi con forma operística se nos presentan los 10 temas, dentro del rock progresivo (casi metal – progresivo). Las piezas forman parte de un conjunto que define esta historia, no teniendo sentido, – según leemos -, si no son oídas en el orden indicado. De cualquiera de las maneras, pues también he probado el modo shuffle, el álbum es todo un conjunto de virtuosismo y buen hacer musical. Un sonido increíble y una ejecución en un nivel estratosférico.
¿Y cuál es la pega entonces? Pues en mi caso es que me aburre. No llega a engancharme y por mucho que me esfuerzo, lo único que quiero es que el disco pase y poner otro. Me quedo únicamente con los temas más cañeros. Todos los instrumentos están colocados de manera muy ordenada, sin sorpresa alguna y sin brillar ninguno por encima de los demás, ni siquiera en los solos de guitarra. Teclados correctos, bajos inexistentes, baterías más que predecibles… Esta previsibilidad y falta de imaginación hace que frente a otros trabajos de Pain of Salvation, este tenga este efecto en mí. Me planteo si es que no lo entiendo y se me está escapando algo o si es que se han pasado de rosca con lo de álbum íntimo y personal.
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