Qué sería de muchos de nosotros sin las palmeritas?. Realmente este es un dulce que nos lleva acompañando de toda la vida….más grandes…..mas pequeñas…..de chocolate…..sin él….
Son muchos los recuerdos que te llegan a tu mente cuando te acuerdas de las muchas que te tienes pillado en la tienda de la esquina ya desde chaval.
Realmente podríamos meternos a elaborar el hojaldre también en casa, pero hay que reconocer que es algo laborioso y, por otro lado, los hojaldres que ya venden preparados en las tiendas, cada vez están mejor.
Eso sí, yo creo que es más aconsejable hacerse con los que venden “frescos” que no con los congelados.
Los vamos a poder manipular mejor, aunque, también es verdad, facilita que lleve unas horas en la nevera ya que si no está muy frío se ablandará demasiado y será un poco más complicado de manipular.
La palmerita es de origen francés, y en otros lugares de Sudamérica suele llamársela “orejas”
En este caso vamos a emplear dos láminas de hojaldre superpuestas, consiguiendo, con ello, un tamaño algo mayor por cada palmerita.
Palmeritas de canela y chocolate
- Dificultad: Fácil
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Tipo de receta: Horneado
Tiempo empleado:
- Preparación: 20 minutos
- Horneado: 20 minutos
- Tiempo total: 40 minutos
Palmeritas: 18
Información nutricional por cada palmerita:
- Calorías: 189
- Grasas: 8,1 g
- Carbohidratos: 25,7 g
- Proteína: 2,8 g
INGREDIENTES:
- 2 láminas de hojaldre
- 150 g. de azúcar
- 1 cucharada de postre y media de canela en polvo
- 200 g. de chocolate fondant
PASOS:
- Estiramos una lámina rectangular de hojaldre fresco.
- Mezclamos 150 g. de azúcar blanco normal con cucharada y media de postre de canela en polvo.
- Esparcimos por la superficie.
- Pasamos un rodillo suavemente por encima.
- Colocamos una segunda lámina de hojaldre justo encima.
- Espolvoreamos de nuevo con la mezcla de azúcar y canela.
- Volvemos a pasar el rodillo, con suavidad.
- Doblamos hacia dentro los bordes laterales, deben coincidir en la mitad de la masa.
- Espolvoreamos y pasamos el rodillo nuevamente.
- Volvemos a doblar sobre si misma hacia el centro la masa.
- Espolvoreamos y pasamos rodillo.
- Damos una última doblez hacia el centro, espolvoreamos y volvemos a aprisionar el azúcar sobre la masa.
- Puede hacerse con el mismo papel que trae la masa en el envase.
- Aquí lo importante es que nos coincidan bien los bordes finales.
- Cortamos rodajas de 1 cm. Y colocamos sobre una fuente de horno con papel de horno.
- Damos bien la forma con las manos y aplanamos un poco con un cuchillo.
- Llevamos a la nevera por espacio de 5-10 minutos.
- Con horno precalentado a 200º C si no tiene aire y a 180º C si lo tiene llevamos por espacio de unos 15 minutos o hasta que se dore.
- Les damos la vuelta y hacemos unos minutos más, 4 ó 5.
- Sacamos y dejamos enfriar sobre una rejilla.
- Templamos chocolate al baño maría.
- Primero fundimos la mitad y luego, fuera del fuego, añadimos el resto.
- Bañamos parcialmente nuestras palmeritas de canela.
- Colocamos en una fuente sobre papel y dejamos secar un poco el chocolate.
Vamos allá con el paso a paso fotográfico:
Vamos a empezar por estirar la masa de hojaldre. Debe ser de las rectangulares, no de las redondas, más aptas para moldes redondos de tartas. También es aconsejable que pase varias horas en la nevera previamente para poder manipularla mejor sin que se nos pegue.
Vamos a espolvorear por encima una mezcla de azúcar y canela en polvo.
Yo empleo unos 150 g. de azúcar blanco normal por una cucharada y media de postre de canela. Ahí ya va a gusto de cada uno. Si las queréis con sabor más fuerte a canela podéis emplear una mayor proporción. Se mezcla todo bien.
Por medio de una cuchara vamos esparciendo una capa fina por toda la superficie de la lámina de hojaldre.
Le pasamos el rodillo por encima, pero de forma muy suave, apenas cargando nada más que lo suficiente para que se pegue el azúcar y la canela a la masa de hojaldre.
Podríamos seguir sin más, con esa lámina solamente, pero yo voy a añadir una segunda lámina de hojaldre para que el resultado final sean unas palmeritas algo mayores. Colocamos la segunda lámina justo encima de la anterior.
Es en ese momento en el que me doy de cuenta de que tengo un colador pequeño en casa, que suelo usar para filtrar el carajillo, por ejemplo, y que creo que da mejores resultados para esparcir el azúcar que si usamos la cuchara. Queda repartido más homogéneamente todo. De todas formas, si lo hacéis con la cuchara quedará bien igualmente.
Volvemos a pasar el rodillo suavemente por la superficie, sin aplastar las láminas de hojaldre.
Ahora vamos a tener que doblar hacia la mitad. Es buena idea hacer unas marcas sobre el propio papel de las láminas de hojaldre, para tener una referencia de donde doblar.
Así doblamos por la mitad, sobre su misma mitad, quedándonos el borde exterior sobre el centro de la masa.
Hacemos lo mismo sobre el otro lado y ya tenemos nuestra masa doblada sobre sí misma entorno a la mitad.
Volvemos a espolvorear la mezcla de azúcar y canela por la superficie.
Y volvemos a pasar el rodillo por encima. El proceso siempre es el mismo. Siempre de manera suave, sin hacer una gran presión sobre la masa.
Ya vemos como nos queda.
En este punto volvemos a doblar sobre su propia mitad, tal y como hicimos antes.
Y lo hacemos sobre ambas partes.
Espolvoreamos nuevamente azúcar y canela por encima. La cantidad que echemos va un poco a gusto, y eso es algo que comprobaremos cuando estén listas, controlando el tema para la próxima vez que las hagamos, pero debemos saber que cuanta más azúcar echemos aquí, más difícil será luego que se nos peguen bien las vueltas de las palmeritas, corriendo el riesgo de que se nos separen totalmente.
Tras volverle a pasar el rodillo suavemente por encima en el paso anterior, doblamos nuestra masa sobre si misma por una vez más y última ya. En este paso lo más importante es que coincidan los bordes para que nos quede una buena forma de palmerita.
Y volvemos a esparcir más mezcla de azúcar y canela por encima.
En este paso podemos usar el mismo papel de la masa de hojaldre que viene de la tienda para darle la forma final y apretar la masa suavemente.
Dándole la vuelta, haremos el mismo proceso por el otro lado. Acordarse de que nos coincidan bien los bordes para el resultado final.
Vamos ir cortando porciones de, más o menos, 1 centímetro de grosor.
Las vamos colocando en una fuente de horno sobre papel también de hornear.. Ayudamos con las manos a darle la forma definitiva y apretando un poco con el cuchillo hacemos que las dobleces se queden más juntas.
LO llevaremos a la nevera por espacio de unos 5-10 minutos. Ese frío hará que se compacte más cada palmerita haciendo que sea más fácil que conserve la forma al hornear. Encendemos el horno a 200º C si no tiene aire, o a 180º C si lo tiene.
Aquí ya entramos en lo de siempre: cada horno es un mundo y debemos controlar bien que no se nos pase. Lo normal sería que, entorno al cuarto de hora les diésemos la vuelta para hacerse por el otro lado, pero conviene que cada uno de vosotros controle ese punto en vuestro horno.
Una vez que ya estén listas las sacamos para que se enfríen.
Las iremos colocando sobre una rejilla, a ser posible, para que, al recibir aire también por debajo, no se humedezcan con el calor, quedando demasiado blandas.
Vamos ahora a preparar la cobertura de chocolate que, en mi caso, no será total, sino solo en una parte. Me gusta más así, apreciando mejor los contrastes de sabores.
El proceso ya os lo tengo explicado más veces. Se trata de atemperar el chocolate, no simplemente de derretirlo. Esto se hace así para poder tocarlo sin que se nos queden las manos pringosas de chocolate. Hay formas bastante precisas de hacerlo controlando bien las temperaturas en base al tipo de chocolate que empleemos. Para no complicarnos mucho la vida. simplemente derretimos la mitad del que vayamos a usar, y cuando ya esté bien fundido, lo sacamos del fuego y le añadimos el resto del chocolate, bajándole así la temperatura y atemperándolo.
Fundimos la mitad del chocolate que vayamos a usar, en mi caso empleo una tableta de 200g. con lo que auí echo 100 g.
Al baño maría nos debe quedar bien fundido.
Una vez fundido totalmente lo sacamos del fuego y añadimos el resto de chocolate.
Lo mezclamos todo bien.
Nos debe quedar todo bien fundido e integrado.
En ese momento, y ya con las palmeritas frías, las vamos introduciendo en el chocolate, en mi caso solo parcialmente.
Las escurrimos bien del chocolate sobrante. Nos debe quedar una fina capa solamente.
Ya vemos como nos va quedando.
Y las vamos depositando sobre una fuente con papel de hornear, o similar.
Si vemos que el chocolate, al ir enfriando, se nos va volviendo demasiado espeso, y a mí me pasó al llevarme más tiempo de lo normal por andar sacando las fotos par la receta, siempre podemos volverlo al fuego, muy bajo y calentarlo muy muy levemente, para hacerlo así más líquido.
De esa forma seguimos mojando nuestras palmeritas en el chocolate y escurriéndolas bien
Acabamos de colocarlas todas sobre papel para que seque un poco el chocolate. Le llevará no más de media hora.
Cuando ya notemos al tacto que el chocolate no nos moja los dedos ya estaremos listos para comerlas. Buen provecho internautas.
Y de esta forma ya tendremos listas nuestras palmeritas de canela y chocolate echas con doble lámina de hojaldre.
Tan solo tienen un problema….son muy adictivas
Buen provecho internautas, nos vemos en la próxima receta.
Archivado en: Postres y meriendas Tagged: Azúcar, Canela en polvo, Chocolate fondant, masa de hojaldre
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