Y tú me dirás - ¿pan chino? ¡pero si los chinos no comen pan!!Pues llevas razón... a medias. En muchas partes de China sí que lo consumen, casi siempre relleno de carne o pasta dulce de judías, tanto para acompañar una comida como para desayunar. Y si has ido a un restaurante chino, seguro que has probado ese bollito dulce frito. ¿A que sí?Es como un brioche que se cuece al vapor. Así ya está rico, sobre todo si lo rellenas de un sofrito de carne especiada o chocolate... (vale, lo del chocolate no es muy de "chinos", pero eso no quita que esté para comerse los cinco bollitos de una sentada).Y si lo fríes, como he hecho yo, queda una corteza muy crujiente, de esa que vas pellizcando hasta que dejas el miajón en cueros vivos para seguir comiéndolo a pellizcos...
Imagina hacer una tanda por la tarde y darle el golpe de fritura para el desayuno... Te harán palmas con las orejas, te lo digo yo.Tanto la olla para vapor como el cazo para freírlos son de Vitrinor Magefesa, de acero vitrificado con la vaporera de cristal. Y bonito hasta hartarse, ¿verdad?Pues si no tienes vaporera, no te lo pienses, porque además tendrás una olla preciosa y le podrás sacar partido doblemente. Y ahora vamos al lío:
Ingredientes:
- 300 gr de harina de trigo
- 20 gr de azúcar (dos cucharadas)
- Una pizca de sal
- 20 gr de levadura fresca, de panadería
- 150 gr de leche templada
- 40 ml de agua
- 15 gr de aceite de oliva virgen extra (una cucharada y media)
Preparación:
- Disuelve la levadura en la leche templada hasta que no queden grumos.
- Añade el aceite y el agua y mezcla bien.
- En un bol grande, mezcla la harina con el azúcar y la sal.
- Ve incorporando poco a poco la leche con la levadura y el aceite, removiendo con una cuchara primero y con las manos después. Seguramente tengas que volcarla en la encimera para terminar de amasar y que quede todo bien integrado.
- Deja reposar en un bol tapado con un paño, en un lugar donde no reciba corrientes de aire (yo lo meto en el horno o el microondas), hasta que doble su volúmen.
- Ve tomando pequeñas porciones y forma bolitas. Estira como si fuera un canutillo, aplasta con el rodillo y enrolla sobre sí misma como si estuvieras formando un caracol.Con la parte gruesa de un cuchillo, presiona en el centro sin cortarlo, para que quede más bonito.
- Pon la olla a hervir con la vaporera puesta y coloca los bollitos. Tapa la olla y cuece a fuego suave unos 30 minutos, hasta que veas que están hechos por dentro.
- Saca de la vaporera y coloca en una rejilla para que se sequen un poco.
- Puedes utilizarlos tal cual o freírlos:
- Para ello, pon un cazo con abundante aceite de oliva virgen extra picual o cornicabra, (los mejores para freír) y ve friendo hasta que estén dorados por todos los lados. No tardarán ni un minuto.
- Sirve calientes o templados. Por sí solos ya son una locura, pero son ideales para una merienda dulce o para rellenar antes de cocer, con un sofrito de carne o pescado muy especiado.
- También puedes utilizarlo para hacer bocadillos calientes, hamburguesas, etc... En cualquier caso, está delicioso! ¡QUE APROVECHE!!