Hace tiempo que tenía ganas de probar la harina de algarroba, después de haber visto recetas en algún blog y libros de cocina.
Al fín tengo la experiencia y aquí está el pan, pero no es un pan que me haya convencido demasiado.
El sabor no me parece que se asimile al cacao ni al chocolate, aunque lo venden como sustituto de éstos.
El olor lo cierto es que no lo relaciono tampoco con nada, pero es rico e intenso, aromantizando para todo el día la casa.
Como lleva bastantes cítricos confitados y avellanas, en el resultado final prevalecen mucho éstos sabores, pero tengo que decir, que quizás por la falta de costumbre del sabor de este ingrediente, no será de los panes que yo vuelva a repetir.
Pero de todos modos, aquí queda la receta por si le pudiera servir a alguien, ya que en cuestión de gustos, como se suele decir, no hay nada escrito :-)
Ingredientes
- 575 g. de harina de fuerza
- 125 g. de harina de algarroba
- 1 cucharada de lecitina de soja
- 420 ml. de agua
- 2 cucharadas de miel
- 220 g. de Masa Madre
- 14 g. de sal
- 100 g. de avellanas picadas
- 2 rodajas de naranjas confitadas cortadas en trocitos pequeños
- 2 rodajas de limón confitado cortado en trocitos pequeños
Preparación
- Amasar todos los ingredientes hasta lograr una textura suave y elástica.
- Una vez que la masa ya esté bien trabajada, añadir las avellanas y el limón y naranja picaditos y amasar de nuevo hasta que queden homogéneamente distribuidos.
- Formar una bola, y colocarla en un cuenco bien enharinado. Cubrir con un paño y dejar reposar hasta que doble su volumen.
- Forrar un par de moldes de cake con papel de cocina y dejar a la espera.
- Con la ayuda de una rasqueta de panadero, volcar la masa sobre la superficie de trabajo un poco enharinada y dividir en dos partes.
- Meter cada una de ellas dentro de los moldes. Colocar unas rodajas de naranja y limón por encima; tapar de nuevo con un paño y dejar de nuevo levar, hasta que casi doblen el volumen.
- Precalentar el horno a 250º y cuando haya alcanzado la temperatura, y el pan haya levado, dar unos cortes a la masa con un cuchillo bien afilado. Meter los panes en el horno y pulverizar las paredes con agua.
- Pasados 10 minutos, bajar la temperatura a 220º y hornear unos 30 minutos. Si se ve que la naranja y limón se doran demasiado, tapar los panes con papel de aluminio.
- Una vez que los panes estén horneados, sacar y dejar enfriar sobre una rejilla metálica.