Uno de los mejores regalos que hemos recibido en los últimos años ha sido la PANIFICADORA. Sí, con mayúsculas. Un aparato que yo creía inútil, pero que desde que lo probé se ha convertido en uno de los que más uso les doy en mi cocina. Por no decir que, a día de hoy, me resulta IMPRESCINDIBLE, con mayúsculas también.
Era mi madre quien desde siempre ha tenido el capricho de tener una. Sin saber cómo funcionaba y sin ni siquiera haber visto ninguna en marcha, siempre ha confiado en las bondades de este pequeño electrodoméstico.
Todo lo contrario me pasaba a mí. Habiendo visto vídeos de recetas en panificadoras, sabiendo de su existencia y de las opiniones positivas de quienes la tienen, jamás hubiera comprado una. No acababa de entrarme por el ojo. Estaba convencida de que teniendo una amasadora y un horno, no me hacía falta una. Es cierto. Pero también es un error. Porque con la pereza tan grande que me da hacer cualquier masa levada, hacer pan no iba a ser menos. Preparar la masa, amasar, fermentar, bolear, volver a fermentar, formar y hornear me aburre. Pasarme casi un día entero pendiente de una masa me da una pereza descomunal.
Pero, oh, bendita panificadora. Aquí es donde ella entra en juego.
Añadir los ingredientes a la cubeta y olvidarme casi por completo de que está en marcha es una MARAVILLA.
Desde que nos la regalaron, hace ya un año aproximadamente, hago pan cada semana. Una rebanada de estos panes tan delis forma parte de mi desayuno cada día.
Creedme si os digo que a lo largo de este tiempo, he probado unos cuantos y este, cuya receta tenéis unas líneas más abajo, es -a día de hoy- mi FAVORITO, con mayúsculas.
Queda jugoso, tierno y tiene un sabor increíble, con ese inconfundible dulzor que le aportan las ciruelas pasas.
Si lo conserváis dentro de una bolsa de tela, bien tapadito, se conserva perfecto hasta cinco o seis días.
No me enrollo más porque viendo las imágenes estoy segura de que estáis deseando conocer la receta de este pan de ciruelas pasas, ideal para desayunos.
Pan de ciruelas pasas (en panificadora):
INGREDIENTES
- 220mL de agua
- 50mL de leche entera
- 450g de harina de fuerza
- 1 sobre de levadura de panadería deshidratada (un sobre de 7g)
- 1 y 1/2 cucharaditas de sal
- 20g de mantequilla
- 3 cucharadas de azúcar moreno
- 9 ciruelas pasas
- Aguardiente de orujo, ron o cualquier licor que os guste
- 40g de nueces peladas
- Canela molida y azúcar para espolvorear
PREPARACIÓN
- Añadimos dentro de la cubeta el agua junto con la leche, la mantequilla, la sal y el azúcar.
- Incorporamos la harina. Sobre ella, la levadura.
- Programamos Programa PAN BLANCO (1).
- Mientras, hidratamos las ciruelas en el licor. Las colocamos dentro de un pequeño bol y las cubrimos con el aguardiente de orujo o el ron. Calentamos dentro del microondas un minuto y medio, retiramos y dejamos reposar en lo que el pan se va haciendo.
- Cuando siente el primer "bip", añadimos las ciruelas hidratadas junto con el licor (si veis que ha sobrado mucho líquido, retirad un poco, pero a mí me lo absorbe prácticamente todo) y las nueces.
- Cuando suene el segundo "bip", será el momento de retirar la masa de la cubeta, extraer las aspas y bolear nuestro pan. Para ello, en una superficie ligeramente engrasada, lo estiramos con las manos en forma de rectángulo, lo enrollamos sobre sí mismo, redondeamos los bordes y lo introducimos, de nuevo, dentro de la panificadora. Espolvoreamos la superficie de nuestro pan con una ligera capa de azúcar blanquilla mezclado con canela molida.
- Cerramos la máquina, y dejamos que continúe el proceso hasta finalizar.
- Cuando termine el horneado, retiramos el pan de la cubeta y lo dejamos enfriar por completo sobre una rejilla.
VALORES NUTRICIONALES POR REBANADA (salen unas 10)
Cal: 254Kcal
HC: 45,3g
P: 6g
G: 4,6g
Fibra: 1,8g