¿Qué es lo que ocurre cuando te aficionas a hacer pan en casa?? Pues que ya no quieres comprar más pan fuera... Se te ha abierto un mundo tan fascinante que no te lo puedes creer.
En este caso he utilizado un elemento de gran ayuda, mi Kitchen Aid, pero estas vacaciones estoy amasando a mano y es increíble. Yo ya suelo hacerlo en Madrid para relajarme y os lo recomiendo!
Mi experiencia con el pan es aún muy muy breve y voy haciendo mis pinitos en panes que me parecen más asequibles (o que me llaman mucho la atención y me animan a arriesgarme, como éste). Por eso puedo aseguraros que cualquiera de estas recetas son perfectamente aptas para principiantes como yo.
Pero si además añado que para elaborar este pan he seguido las pautas de alguien como Peter Reinhart y su maravilloso libro " El aprendiz de panadero", creo que sobran más explicaciones y lo mejor es empezar a poner las manos en la masa....
No os asustéis por la forma, es tan sencilla como hacer dos trencitas y poner una sobre otra.
Y el resultado es absolutamente impresionante. Yo me siento muy orgullosa de este pan y de lo bueno que estaba!!!
Ingredientes:
380 gr de harina de fuerza
40 gr de azúcar
5 gr de sal
11 gr de levadura instantánea o 33 gr de levadura prensada
1 cucharadita y media de agua de azahar
2 huevos grandes
120 ml de leche a temperatura ambiente
30 gr de mantequilla empomada (a temperatura ambiente y trabajada)
60 a 120 ml de agua a temperatura ambiente
255 gr de arándanos secos
90 gr de nueces troceadas.
1 huevo batido para dar brillo
Elaboración:
1.- Comenzamos tamizando la harina.
2.- Añadimos la sal
3.- El azúcar
4.- Y mezclamos ligeramente (si lo hacéis a mano, os recomiendo ir incorporando los ingredientes en un bol grande para luego pasar la mezcla ya unida a una superficie enharinada y así pasar al amasado).
5.- Añadimos el agua de azahar.
6.- La mantequilla y los huevos.
7.- Mezclamos a baja velocidad con el gancho amasador.
8.- Vamos incorporando la leche poco a poco mientras seguimos con el amasado a velocidad lenta, reservando un poco para disolver la levadura.
9.- Mientras, disolvemos la levadura en la leche templada.
10.- Y la incorporamos a la mezcla anterior.Vamos, a su vez, incorporando el agua necesaria. La incorporaremos en función de lo que la masa nos vaya pidiendo, pues como sabéis el agua que requiera una masa va a depender de la harina empleada.
11.- Seguiremos amasando a velocidad media durante unos cinco minutos, o hasta que la masa quede suave y ligeramente adherente, pero no pegajosa. Debe quedar suave y maleable, no dura ni correosa. Si parece que queda dura, iremos añadiendo agua poco a poco. Si por el contrario quedase demasiado pegajosa, incorporaríamos harina, también poco a poco. En caso de amasar a mano, el principio de este paso sería el momento de pasar la masa (que ya tendremos más o menos unida) a una superficie ligeramente enharinada y proceder al amasado manual, siguiendo las mismas pautas que os he comentado.
12.- Con la masa en su punto, procedemos a incorporar los arándanos. Mezclaremos (o amasaremos a velocidad lenta) durante dos minutos más para que queden bien repartidos por toda la masa.
13.- A continuación, es el momento de ir agregando las nueces troceadas y seguir amasando hasta que queden bien distribuidas por toda la masa.
14.- Ya tenemos la masa lista para los reposos ;D
15.- Engrasamos un bol y colocamos la masa en él. Tapamos con papel film y dejamos fermentar a temperatura ambiente durante unas dos horas o hasta que doble su volumen.
16.- Pasado ese tiempo, quitamos el papel film y trasladamos la masa a una superficie ligeramente enharinada.
17.- Con ayuda de una cuerna, dividimos la masa en 6 trozos: 3 trozos de 280 gr cada uno y otros tres de 115 gr.
18.- Con los trozos más grandes haremos tiras de unos 23 cm de largo (más gruesas por el centro y algo más finas por los extremos). Con los más pequeños haremos tiras de unos 18 cm de largo (igualmente, más finas por los extremos).
19.- Y hacemos dos trenzas, primero una con los trozos grandes y luego otra con los pequeños.
20.- Sobre papel de hornear, colocaremos la trenza más grande y, encima de ella, pondremos, con cuidado, la más pequeña (una sobre otra).
21.- Barnizamos la totalidad de la masa con la mitad del huevo batido (yo os confieso que necesité dos huevos) y reservamos la otra mitad en la nevera para más adelante.
22.- Dejamos fermentar a temperatura ambiente (no necesitamos tapar la masa, ya que el huevo le proporciona la humedad suficiente como para que no se nos seque) durante unos 90 minutos o hasta que la masa haya doblado su volumen.
23.- Tras este segundo levado, barnizamos nuevamente la pieza con el huevo que teníamos reservado, siempre con mucho cuidado de no pinchar la masa.
24.- Ahora ya pasamos al horneado....
Tenemos el horno precalentado a 165ºC.
Introducimos la bandeja en el nivel intermedio del horno y horneamos durante unos 25 minutos (tened cuidado porque es una masa que, al llevar huevo dora muy fácilmente. Si veis que se os dora en exceso antes de acabar el horneado, tapad la masa con un poco de papel aluminio).
Pasados los primeros 25 minutos, giraremos la bandeja 180º para que se hornee de forma homogénea, y dejamos otros 25 o 30 minutos más.
¿Cómo sabemos que la pieza está lista? Cuando tenga un colorcito dorado, quede firme y, al golpearla por debajo emita un sonido hueco.
Sacaremos del horno y colocaremos en una rejilla para que se enfríe (al menos una hora).
Ahora ya está listo para degustar.....
Personalmente, no sabía cuál elegir, así que hoy os pido que me disculpéis ;))