Otro bizcocho para el desayuno, pero que he horneado por la tarde , y como el olor a especias que invadía la cocina ira tan embriagador, no nos hemos podido resistir el probarlo para la merienda.
Yo he puesto menos cantidad de especias que en la receta original, pero aún y así ha salido fuerte de sabor, pero no le ha servido de nada, nos lo hemos comido igual.
Me hubiera gustado hacerlo en un molde de bundt, para celebrar el dia del Bundt, pero aquí en Barcelona, estoy escasilla de moldes
220 gr. de puré de manzana
100 ml de sirope de manzana
50 gr. de harina de trigo sarraceno o teff
100 gr. de harina de arroz o maicena
1 cucharadita de canela molida
1 y 1/2 cucharaditas de jengibre molido o 1 si es fresco
1 pizca de nuez moscada molida
1 cucharadita de bicarbonato sódico
Precalentar el horno a 175ºC y preparar el molde. Se puede cubrir con papel sulfurizado de hornear.
Mezclar el puré de manzana con los huevos, el azúcar, el aceite y el sirope, hasta obtener una mezcla homogénea. En otro recipiente más grande, mezclar las harinas, la sal, las especias y el bicarbonato. Añadir los ingredientes líquidos.
Mezclar con movimientos suaves hasta tener una masa sin grumos secos. Llenar el molde, igualando la superficie con una espátula. Hornear durante unos 40-45 minutos, hasta que al pinchar en el centro con un palillo salga prácticamente limpio.
Es preferible no pasarse con el horneado de este tipo de masas ya que buscamos que quede jugoso y no se reseque. Dejar enfriar unos minutos fuera del horno antes de desmoldar. Colocar sobre una rejilla para que se enfríe completamente y listo para servir.