Si no has preparado pan con antelación, deberías empezar por éste.
Fue inventado de forma accidental por Doris Grant en 1944, y ha ganado fama por su sencillez de preparación (no necesita amasado, y sólo un breve levado en el molde), su textura es jugosa y tiene un delicioso sabor a nueces, sobre todo cuando muerdes la corteza crujiente.
La receta original de la Sra. Grant emplea harina integral ecológica molida a la piedra, pero como quizás os resulte difícil encontrar este tipo de harina yo he utilizado una mezcla al 50% de harina de espelta ecológica y harina integral de trigo.
A la Sra. Grant no sólo le gustaba el sabor de su pan original, sino que también le curó de sus problemas digestivos gracias al elevado contenido en vitamina B de la harina no refinada.
Este pan está indicado para acompañar quesos y sopas, y también para bocadillos, también es ideal para las tostadas del desayuno, a mí personalmente es de la forma que más me gusta porque al tostarse queda muy crujiente y se acentúa su sabor a nueces.
En resumidas cuentas, este pan es ideal para iniciarse en el mundo panadero o para cuando tenemos poco tiempo y queremos hacer un pan de forma rápida:
- No necesita amasado.
- El tiempo de reposo o levado es de tan solo 25-35 minutos
- El horneado requiere unos 40 minutos
- Conseguimos una pieza de pan grande.
Fuente: Receta del libro PAN, de la chapata al pan de centenoDe Linda Collister
INGREDIENTES:
RECETA ORGINAL DORIS GRANT MI VERSIÓN
700 g de harina de espelta ecológica molida a la piedra 350 g de harina de espelta ecológica350 g de harina integral de trigo
1 cucharadita de sal marina 1 cucharadita de sal marina
15 g de levadura de panadero fresca 15 g de harina de levadura de panadero fresca
1 cucharadita colmada de miel 1 cucharadita colmada de miel Luna de Miel
600 ml de agua tibia 580 ml de agua tibia
1 cucharada de semillas de sésamo, para espolvorear 1 cucharada de semillas de amapola, para espolvorear
*Un molde para pan de 900 g ligeramente engrasado y enharinadoOJO! no utilicéis moldes de silicona porque esta masa en muy pesada y blanda, por lo que tiende a deformarse un poco, usar molde metálico.
PREPARACIÓN:
Ponemos en un cuenco grande las harinas y la sal y mezclamos bien. Hacemos un hueco en el centro.
Desmenuzamos la levadura sobre un cuenco pequeño, agregamos la miel, vertemos unos 150 ml de agua tibia y mezclamos hasta que la preparación esté homogénea y cremosa. La dejamos reposar 10 minutos hasta que burbujee.
Vertemos la mezcla de levadura y los 450 ml restantes de agua tibia en el hueco de la harina, (yo quite 20 ml de agua porque me parecío una masa demasiado blanda) la mezcla de levadura estará muy activa y burbujeante.
Ahora removemos vigorosamente con la mano de 1 a 2 minutos, y trabajando de los lados hacia el centro, hasta que notemos que la masa está elástica y resbaladiza, y se separa limpiamente de las paredes del cuenco. Esta masa es mucho más húmeda que una masa de pan normal y tiende a desparramarse.
Volcamos la masa en el molde alargado y lo tapamos con un paño húmedo. La dejaremos en un lugar cálido, ahora esto es fácil, de 25 a 35 minutos, yo 25 porque con este calor enseguida creció, hasta que llegue a 1 centímetro del borde del mismo, este punto es importante, no la perdáis de vista porque con el calor este proceso se acelera y no conviene que sobresalga del molde, a mi me paso y al hornearse el pan, al crecer de la parte de arriba como podéis ver se desbordo un poquito.
Precalienta el horno a 200ºC y una vez levado el pan espolvoréalo con las semillas de amapola o las que tu prefieras e introdúcelo en el horno unos 40 minutos.
Saca el pan y ayudándote de un paño o guantes para no quemarte, retira el pan del molde y golpea su base con los nudillos. Debe sonar a hueco, como un tambor. Si suena pesado y sordo, devuélvelo al horno unos 5-10 minutos más y comprueba de nuevo la cocción.
Pasa el pan a una rejilla para que se enfríe por completo y después a disfrutar. Puedes congelarlo hasta 1 mes.