Confieso mi absoluta incredulidad, pues si bien sé que hay panes sin amasado, estos llevan un levado más largo y una cocción en un recipiente concreto. Al final mi sorpresa fue tremenda. El aspecto, la textura y el sabor del pan eran increíbles. Y sin amasado!!!
Este pan gran fue inventado de forma casual por Doris Grant (una nutricionista inglesa) en 1944. Su fama fue utilizada para alentar a las mujeres de aquella época (de guerra) a alimentarse bien, incluyéndolo en sus menús.
Si aún no os habéis animado a hacer pan, ¿qué mejor forma que empezar por éste? Tan simple como pesar los ingredientes y mezclarlos bien, un reposo de apenas media hora y al horno.... Ummm ;))
Ingredientes:700 gr de harina integral de espelta de El amasadero
1 cucharadita de sal
15 gr de levadura fresca de panadero
1 cucharada colmada de miel
600 ml de agua tibia
1 cucharada de semillas de sésamo para espolvorear.
Elaboración:1.- Ponemos la harina integral de espelta en un cuenco amplio.
2.- Añadimos la sal y mezclamos bien. Hacemos un hueco en el centro y reservamos.
3.- Por otro lado, desmenuzaremos la levadura en un cuenco pequeño.
4.- Añadimos la miel.
5.- Y vertemos unos 150 ml de agua tibia (la cogeremos de los 600 ml).
6.- Mezclamos hasta que quede cremosa y homogénea.
7.- Dejamos reposar unos 10 minutos, hasta que empiece a burbujear.
8.- Vertemos la mezcla anterior en el hueco de la harina.
9.- Y añadimos el resto del agua.
10.- La mezcla de levadura y harina aparece muy burbujeante y activa.
11.- Mezclaremos con la mano, trabajando de los lados hacia el centro, hasta que nos quede una masa elástica y resbaladiza, que se separe fácilmente de las paredes del bol. Nos quedará una masa bastante húmeda, mucho más que una masa de pan normal.
14.- Volcamos la masa en un molde engrasado y ligeramente enharinado.
15.- Tapamos con un paño y dejamos reposar en un lugar cálido durante 25 o 35 minutos. Iremos, mientras, precalentando el horno a 200ºC.
16.- Una vez haya reposado, pasamos a espolvorear la superficie con las semillas de sésamo.
17.- Introducimos en el horno y horneamos durante unos 40 minutos. Controlando que no se nos dore en exceso la superficie. Pasado ese tiempo, sacamos el molde del horno y, con ayuda de una manopla o un paño, comprobamos la cocción: golpearemos la base con los nudillos. Debe sonar hueco, de no ser así, introduciríamos nuevamente en el horno, retomando la cocción durante 5 minutos más.
Retiramos el pan del horno, lo sacamos nuevamente del molde y dejamos enfriar sobre una rejilla metálica.
El resultado es un pan delicioso, muy suave y un ligero sabor a frutos secos. En casa nos ha encantado en el desayuno, tostado y acompañado de mermelada o Aceite de Oliva Virgen Extra Carbonell.
Se conserva perfectamente durante 4 días.
