Revista Cocina
Hacía mucho tiempo que no publicaba ninguna receta y qué mejor que hacerlo con estos deliciosos panecillos de miel. Hace tiempo que los había echado el ojo en el maravilloso blog de Mis recetas favoritas donde siempre encuentro recetas que me apasionan y cuando los probé no me quedó ninguna duda, tiernos, esponjosos y con un sabor delicioso. Se pueden rellenar tanto de dulce como de salado, los puedes mojar con un chocolate o tostar y tomarlos con tomate y aceite.
Muchos de vosotros lo sabéis por el Facebook pero para los que no, os diré que voy a ser mamá. Tendremos a nuestro primer pequeñín para estas navidades y estamos muy muy contentos¡¡¡ Por eso mi ausencia estos meses pero os prometo que a partir de ahora publicaré más a menudo.
Espero que os gusten estos panecillos tanto como a mí. Son muy fáciles de hacer. Me encanta hacer masas que lleven patata cocida pues les da un sabor y una textura deliciosa. Os animáis a probarlos?
Ingredientes:
150 gramos de patata cocida hecha puré.
300 gramos de harina de fuerza.
4 gramos de levadura seca de panadería.
60 gramos de miel.
80cc. de leche.
3 gramos de sal.
1 huevo mediano (unos 50 gramos).
30 gramos de aceite de oliva.
Utilizaremos después 30 gramos de mantequilla justo antes de hornear los bollitos.
Preparación:
Colocamos todos los ingredientes en nuestra amasadora menos la mantequilla o si lo hacemos a mano lo haremos igual salvo que tendremos que tener paciencia y amasar manualmente.
Es importante echar primero los ingredientes líquidos, después la levadura, el puré de patatas, la harina y junto con la harina la sal.
Es importante no echar la sal con la levadura pues haría que esta última perdiera algo su efecto.
Amasamos bien hasta que la masa esté bien elástica, blandita y manejable.
Colocamos nuestra masa sobre una mesa enharinada y la damos forma de bola.
La dejamos en un envase un poco engrasado y la dejamos reposar bien tapada y en un sitio calentito y sin corrientes hasta que doble su volumen, aproximadamente una hora. Yo la suelo dejar en el horno apagado y con la puerta cerrada. Tapo el envase con papel film y luego pongo unos trapos de algodón por encima para que de más calor.
Dividimos la masa en 8 bolitas y las dejamos reposar 15 minutos.
Formamos los panecillos de la siguiente manera. Aplastamos un poco cada bola con la mano, luego con el rodillo enharinado damos forma alargada a cada bola, así como forma elíptica. Doblamos la mitad hacia el centro y luego la otra mitad también. Juntamos las dos mitades y las sellamos pellizcándolas bien una con la otra.
Si hace falta modelamos los panecillos un poquito más con las manos.
Colocamos nuestros panecillos en una bandeja de horno forrada con papel de hornear. Los separamos entre sí para que luego no se nos peguen. Con ayuda de una cuchilla bien limpia hacemos un corte a cada panecillo por arriba y a la larga. Las dejamos reposar hasta que doblen su volumen tapadas con un paño de algodón.
Colocamos un trocito de mantequilla fría dentro de los cortes que hemos hecho a cada panecillo con mucho cuidado de no romper o pinchar la masa pues se nos pueden bajar.
Así os deberían de quedar antes de meter en el horno,
Acto seguido los metemos en el horno previamente calentado a 180º durante unos 15 o 20 minutos o hasta que estén dorados.