Es un postre típico italiano que significa nata cocida, y está absolutamente delicioso. La idea del corazón de frambuesa es de mi amiga Carolina. Espero que os guste la receta de hoy y que hayáis pasado un feliz día de San Valentín.
- Poner 5 hojas de gelatina en agua fría. Poner en un cazo al fuego 200 ml. de nata líquida, 300 ml. de leche, 1 vaina de vainilla (o 1 cdta. de esencia) y 5 cuch. de azúcar glas. Cuando empiece a hervir, mover bien durante unos minutos, retirar la vainilla y echar la gelatina hidratada, moviendo muy bien. Repartir en seis moldes (dejando un dedo hasta el borde), tapar y dejar enfriar mínimo seis horas.
- Diluir un sobre de gelatina de sabor (en este caso, de frambuesa) en un vaso de agua hirviendo, mezclando bien. Dejar enfriar un poco, rellenar los moldes de la panna cotta y dejar cuajar.
- Preparar los corazones de gelatina de frambuesa para adornar: Batir 100 grs. de frambuesas y 2 cuch. de azúcar en la batidora. Agregar 3 cuch. de agua caliente y mezclar hasta que se convierta en puré. Colarlo y echar el jugo en vasitos individuales o en moldes para cubitos de hielo. Congelar mínimo 4 horas.