Hoy os quiero dejar un postre delicioso, elegante y muy sencillo de hacer que puede tener un montón de formas de presentación. Este postre italiano, conocido por su textura sedosa y su sabor delicado lo convierto hoy con el añadido del chocolate en otro completamente diferente. Ideal para cerrar una cena o comida especiales o simplemente para darse un capricho. Fenomenal para el verano y además tiene el valor añadido de ser un postre que no contiene gluten. Deseo os guste.
NOTA IMPORTANTE : Como mi máquina de fotos, donde tenía las correspondientes para ilustrar la receta de hoy, me ha jugado una mala pasada y sólo tengo las primeras, he hecho unas con la ayuda de la IA para daros diferentes sugerencias de presentación. Espero os gusten y os sirvan al menos para tener alguna idea, aunque claro, son demasiado perfectas... pero quedan bonitas.
Me agrada la IA para crear algunas imágenes, pero para recetas no me gusta nada de nada.
PANNA COTTA DE CHOCOLATE
Ingredientes:
500 gr. de nata líquida para montar
150 gr. de leche
150 gr de cobertura negra o con leche, según se prefiera, suelo poner mitad y mitad
75-100 gr de azúcar (según se prefiera de dulce)
4 hojas de gelatina
vainilla o un poco de canela, si se quiere
Preparación: Poner las hojas de gelatina a hidratar en agua fría; podemos dejarlas en la nevera. En un cazo al fuego poner la nata con el azúcar y dejar que hierva. Cuando esté hirviendo mantener un hervor suave durante unos 3 minutos. Retirar el fuego y fundir en la nata la cobertura elegida. Calentar la leche y en ella diluir las hojas de gelatina ya hidratadas y perfectamente escurridas. Unir las dos preparaciones y verter la panna cotta en recipientes individuales o en un recipiente grande, eso según se desee y según cómo se prefiera presentar. Dejar en la nevera al menos 4 ó 5 horas o de un día para otro.