Hoy les traigo una receta sencilla, con pocos ingredientes, y lo que es mejor: SIN horno. Sí, porque este verano me sigue manteniendo lejos del horno y no sé hasta cuando. Así que que mejor que hacer algo fresquito y que no tome mucho tiempo.
Confieso que no soy persona de comer helados, por lo que si de comer cosas frías se trata siempre recurro a las gelatinas, los mousses y las panna cottas. Y si es de chocolate como esta mucho mejor.
Además, le agregué en la decoración un poco de praliné de pecanas que le agrega el crocante ideal para este postre cremoso.
Así que, espero que la hagan y me cuentan, disfruten.
No olviden compartir la receta con la persona que más quieran.
PANNACOTTA DE CHOCOLATE CON PRALINÉ DE PECANAS
1 Cucharadita de Esencia de vainilla
200 g. azúcar blanca granulada
Por otro lado, disolver el colapez en la leche. Remover y dejar reposar unos minutos.
Luego, echar en una ollita la crema de leche y el azúcar y disolverla bien.
Añadir la cocoa y llevar a fuego medio hasta que se disuelva la cocoa y se integren bien todos los ingredientes.
Pasado este tiempo, sacar los moldes aceitados que pusimos en el congelador y procedemos a verter la panna cotta en cada uno. Los llevamos a la refrigeradora por unas 3 horas o hasta que esté bien cuajada.
Luego, echar el azúcar en una olla y llevar al fuego bajo hasta que se derrita para formar el caramelo.
No mover el caramelo con cuchara para que no se cristalice, sólo sujetar la olla del asa y mover para que todo el azúcar se disuelva bien.
Dejar enfriar y cuando el praliné esté bien duro triturarlo con un rodillo de repostería.
También se puede triturar en un procesador de alimentos.
Finalmente, desmoldar la panna cotta poniedo los moldecitos sobre agua caliente por unos segundos y servir en un plato.