El desayuno es la comida más importante del día y debe cubrir un 25% de las necesidades calóricas diarias. Después de las horas de sueño, y por tanto de ayuno, el cuerpo necesita la energía del desayuno para empezar las actividades del día. Si no consigue esta energía deberá recurrir a las reservas calóricas y funcionará “a medio máquina” durante la mañana. Esto se traduce en falta de concentración, memoria y bajo rendimiento físico e intelectual.
¿En qué consiste un buen desayuno?
Un desayuno de alta calidad nutritiva debe incluir:
UN LÁCTEO: vaso de leche o yogur .
UNA PROTEÍNA: jamón, queso, huevo, pollo, carne.
UN CEREAL: pan, cereales, bizcocho, arepa, bollitos, empanadas.
UNA FRUTA: cualquier tipo de fruta natural entera.
Un poco de GRASA : mantequilla, margarina.
Un poco de VEGETALES: en el sándwich, rallados en las preparaciones como arepas, bollitos o en tortillas.
¿Por qué algunos niños no desayunan?
Ausencia de sensación de hambre.
Falta de tiempo para desayunar.
Para adelgazar, especialmente las adolescentes.
Porque prefieren merendar durante el recreo, con sus amigos.
¿Qué podemos hacer para que desayunen bien?
Desayunar es un hábito, una rutina que debemos incorporar a nuestro día a día. Y, como todos los hábitos, se aprende. Al repetirse de igual forma cada día acaba por aceptarse e incorporarse en nuestra rutina. El papel de padres y cuidadores como modelos en relación con los buenos hábitos alimentarios es importante. Planificar un desayuno con sus hijos y en lo posible, compartir la mesa.
Para ello es fundamental que los niños tengan horarios de sueño adecuados y se levanten con tiempo suficiente. No se necesita mucho tiempo para desayunar, un tiempo aproximado de 20 minutos es suficiente.
Si no se tiene el hábito de desayunar se recomienda comenzar con alimentos que les resulte más fácil y aceptable: puede ser un vaso de leche con cereales o galletas; o un batido de yogur y fruta; o un trozo de fruta y progresivamente incorporar otros grupos de alimentos , hasta incluir 5-6 grupos de alimentos para obtener un desayuno completo.
¿Qué no debemos incluir en el desayuno?
Golosinas (chucherías) dulces o saladas, galletas con relleno, bebidas endulzadas, refrescos, malta, alimentos ricos en grasas transhidrogenadas (trans) como pretzels, donuts, croissants, cachitos.