¿Fue Paracelso el padre de la química moderna? La respuesta es que no. Pero su vida fue realmente efervescente y compleja. Veamos algunos rasgos biográficos. Theophrastus Bombast von Hohenheim, más conocido como Paracelso, nació en Einsiedeln (Suiza) a finales de 1493. Fue un niño enfermizo y raquítico. Su padre era hijo ilegítimo y su madre había sido una sierva (vamos, una esclava). Esto sin lugar a dudas influyó en la compleja personalidad de Paracelso. Sufrió emasculación, es decir, ablación de todos los elementos genitales masculino, en su infancia, aunque no sabemos el porqué, suponemos que fue debido a alguna enfermedad. A la muerte de su madre se fueron padre e hijo a vivir a Villach, Austria. Allí su padre practicó la alquimia y enseño en la escuela de minería local. Hoy día diríamos que enseñaba metalurgia. Es importante tener en cuenta que en aquellos años la metalurgia incluía la idea de que los metales se refinaban en la tierra y evolucionaban hasta el oro. Esto hizo que Paralelos trabajara para las minas de los Fugger. Pero en 1507, en torno a los catorce años, se fue en busca de conocimiento. Cansado de los conocimientos clásicos llegó a la siguiente conclusión: para aprender medicina la única forma de hacerlo es a través de la experiencia. Hete aquí que Paracelso se lanzó de nuevo a recorrer los camino de Europa. Es cuando se cambio su nombre de pila por el de Paracelso que significa “más grande que Celso”. Era un referencia al médico romano del siglo I d.C., que en aquellos años fueron redescubiertos y que causaban furor en Europa.
Paracelso provocaba opiniones contrapuestas. Algunos lo tachaban de lerdo y otros como el rey del conocimiento. Por supuesto era un heterodoxo. Por ejemplo, en su viaje a Constantinopla en 1522 observó como las campesinas practicaban una forma primitiva de medicina que parecía prevenir la viruela. ¿Qué hacían? Abrían una vena e insertaban en ella una aguja infectada con la enfermedad. Esto recuerda a la idea de la inoculación. En 1512 se proclamó como el creador de la idea de la iatroquímica. La idea no era suya, pero como si lo fuera. La iatroquímica consistía en situar la química en la práctica médica. En aquellos años, la química todavía continuaba siendo alquimia. Las apreciaciones de Paracelso eran una combinación de cosas vieja y nuevas.
Ahora bien, a pesar de la alquimia, Paracelso fue un químico en potencia. Siempre creyó que la vida no era más que una serie de procesos químicos. El cuerpo humano era un laboratorio. Si este enfermaba, se podía rectificar introduciendo productos químicos compensatorios.