Nos alojamos en un camping cercano a París, donde habíamos alquilado un bungalow. Preferimos dejar el coche aparcado y llegar al centro en tren de cercanías que estaba cerca del camping. No duro ni 20 minutos en plantarnos en el mismo centro de París. Nuestra primera parada estaba prevista en la catedral de Notre Dame. Construida entre 1163 y 1245 en la Île de la Cité, la Catedral de Notre Dame de París es una de las catedrales góticas más antiguas del mundo. El nombre de la catedral significa Nuestra Señora y está dedicada a la Virgen María. Los niños lo que esperaban ver era al Jorobado…
Una vez dentro, dimos una vuelta recreándonos en la magia de la Catedral pero como no encontramos a Quasimodo decidimos subir a las torres para ver si lo encontrábamos.
!Que maravilla! vimos todo París desde las alturas, miraras por donde miraras veías cosas increíbles. Tampoco encontramos a Quasimodo, pero nos conformamos recreándonos con las gárgolas tan famosas como la Catedral.
Nos dimos por vencidos y al ver que no encontraríamos a Quasimodo dimos por acabada la vid¡sita a la Catedral. Paseamos por toda la Île de la Cité y llegamos al puente de las Artes donde la su estructura desaparece bajo un brillante y espeso manto conformado por miles de candados. Los candados del amor son candados que parejas de todo el mundo colocan en puentes o infraestructuras públicas para simbolizar su amor eterno. En París, el lugar preferido de los amantes es el Puente de las Artes (Pont des Arts), pero son tantos y tantos que las barandillas a veces no aguantan el peso. Una vez cada cierto tiempo el ayuntamiento retira la valla para dejarla vacía y así los amantes poder llenarlas de nuevo.
Cruzamos el puente y enseguida llegamos al Museo mas visitado del mundo, el museo del Louvre. El Museo se encuentra alojado en el Palacio del Louvre, una fortaleza del siglo XII que fue ampliada y reformada en diversas ocasiones. En 1989 se construyó una pirámide de cristal rompiendo la monotonía de los grandes bloques grises del museo, que en la actualidad sirve como puerta de acceso.
Ya una vez dentro, nos empapamos de arte e intentabamos explicar a los niños que representaba cada obra. Así, por ejemplo, pudimos ver La Gioconda de Leonardo da Vinci y La Venus de Milo de la Antigua Grecia.
Salimos del museo con un hambre atroz y decidimos comer en un puesto en el Jardín des Tuileries que lleva su nombre a causa de la fábrica de tejas que existía en el lugar donde la reina Catherine de Médicis hizo edificar el palais des Tuileries en el año 1564, hoy en día desaparecido. El famoso jardinero del rey, André Le Nôtre, le dió su actual aspecto de jardín a la francesa a partir del año 1664. El jardín, que separa el musée du Louvre de la place de la Concorde, es un lugar de paseo para parisinos y turistas, y se pueden ver estatuas de Maillol, otras de Rodin o de Giacometti. Los dos estanques incitan al descanso.
Emprendimos la marcha y llegamos a La Plaza de la Concordia, construida entre 1757 y 1779 bajo el nombre de Plaza de Luis XV. En el centro se encontraba una estatua ecuestre del rey para celebrar su mejora después de una grave enfermedad. En 1792 la estatua es derribada y fundida y la plaza es rebautizada como la “Plaza de la Revolución“. Durante la Revolución Francesa se convirtió en un sangriento escenario debido a la insta
lación de la guillotina en la que fueron ejecutadas más de 1.200 personas. Algunos de los personajes más destacados entre los decapitados fueron Maria Antonieta, Luis XVI o Robespierre. Con el final del régimen del terror, en 1795 la plaza fue rebautizada definitivamente como Plaza de la Concordia. La Plaza adquirió su aspecto actual entre 1836 y 1840, cuando se colocó en el centro un enorme obelisco proveniente de Lúxor de más de 3.000 años de antigüedad donado por el virrey de Egipto.Cruzamos la p
laza y llegamos a los Campos Elisios, la primera idea era coger un autobus y subir toda la avenida hasta el Arco del Triunfo, pero empezamos a andar, andar y andar …….y andar, andar, así casi 2 kilómetros que tiene la avenida hasta llegar al Arco del Triunfo. Eso si, nos detuvimos primero en unas preciosas fuentes que hay al principio de la avenida para llenar las cantimploras ya que el camino sería largo y duro.Al final tuvimos nuestro merecido descanso al llegar al Arco del Triunfo. Con unas dimensiones de 50 metros de alto y una base de 45 por 22 metros, el Arco del Triunfo representa las victorias del ejército francés bajo las órdenes de Napoleón. Nosotros llevábamos la Paris Pass y no tuvimos que hacer cola, y disfrutamos la merienda observando Paris desde arriba de aquel representativo arco. Cuya construcción duró treinta años: Napoleón ordenó su construcción en 1806 al finalizar la batalla de Austerlitz y el Arco se concluyó durante el mandato de Louis-Philippe. El arquitecto fue Jean-François Chalgrin.
Al bajar, siii, cogimos el metro y nos salimos en la parada de Trocadero para poder observar la Torre eiffel. Nos habían dicho que una delas mejores vistas para fotografiar la Torre era aquí, y no les faltaba razón.
Seguimos avanzando por los jardines de Trocadero, creados para l
a exposición especializada de 1937, estos espacios verdes nos ofrecía una preciosa vista de la Torre Eiffel. El centro del jardín está marcado por la famosa fuente de Varsovia, con sus 20 cañones de agua que ofrecen un esplendido espectáculo acuático, sobre todo durante las noches de verano cuando una iluminación especial pone en relieve los bordes del estanque. Algunas esculturas dominaban el conjunto como caballos dorados, cabeza de toro, “l’homme” de Traverse y la “Femme” de Bacqué. Hacía tanta calor que la gente aprovechaba a bañarse en estas refrescantes fuente, nosotros no íbamos a ser menos y nos refrescamos un poco.Ya fresquitos nos acercamos a la Torre porque teníamos hora reservada para subir. Como habíamos sacado las entradas por internet, no tuvimos que hacer colas y solo teniamos que estar presente en un horario concreto. Llegamos, pasamos varios controles y nos montamos en el ascensor que nos llevó al piso superior. A los niños no les basto este mirador y cogimos el ascensor hasta arriba de todo. Que decir de la Torre Eiffel, una construcción de hierro de 300 metros de altura que fue creada para la Exposición Universal de París de 1889. Actualmente constituye el símbolo más representativo de París.
Jardines de Trocadero
Al bajar ya se hacia de noche, y aprovechamos para cenar algo en la orilla del río mientras se empezaba a iluminar la torre.
Al día siguiente, de nuevo, nos desplazamos a Paris para visitar sitios que nos quedaban de ver. Nuestra primera parada fue la Ópera Garnier, también conocida como Palacio Garnier u Ópera de París. Se trata del lugar que inspiró la conocida obra “El Fantasma de la Ópera”.
Ópera Garnier
Era un mañana apetecible para pasear y nos lo tomamos con calma. Siguiente parada fue la Plaza Vendôme, en el primer distrito de la ciudad, repleta de tiendas caras como Prada y Chanel. Allí nos encontramos con la columna Vendôme, un monumento parisino que a lo largo de los años ha sido nombrada también Columna de Austerlitz.
Fue erigida por orden de Napoleón Bonaparte, para celebrar su victoria en la batalla de Austerlitz. Está coronada por una estatua de Napoleón I vestido de general romano, esculpida por Auguste Dumont, y que su sobrino, Napoleón III, mandó erigir. Está forrada de una chapa colada con el bronce de los cañones arrebatados por los franceses al enemigo en la Batalla de Austerlitz, decorada con bajorrelieves que representan escenas de guerra. Su diseño se inspira en la Columna de Trajano que ya habíamos visto cuando viajamos a Roma.La Madeleine
Seguimos paseando y llegamos a la iglesia de la Madeleine , un templo católico de estilo neoclásico cercano a la Plaza de la Concordia, en una zona muy comercial de alto nivel. Resalta en ella su diseño más propio de los templos clásicos de la Antigua Grecia. La Iglesia resulta espectacular, especialmente desde su exterior. Sobretodo sus aseos públicos del exterior, inaugurados en 1905, los elegantes baños de La Madeleine son co
nsiderados pequeñas obras de Art Noveau. Puertas de madera, fina porcelana y lavatorios separados son algunas de las características que hacen que sean los mejores toilettes de la ciudad. Por supuesto que se trata de una obra excepcional. Cerca de allí nos acercamos a ver como estaban los precios en MAXIM´S, pero no teniamos hambre y decidimos seguir paseando.Tocaba acercarse al Sacre Coeur pero antes decidimos pararnos en un lugar especial, un pequeño parque, que en una de sus paredes aparece la palabra ¨te quiero¨ expresada en todos los idiomas. Para los que quieran visitarlo El muro de los te quiero, creado por el artista Frédéric Barón está ubicado en la colina de Montmartre, place des Abbesses, en el square Jehan Rictus. Métro: Abesses. Acceso libre”.
Ya estábamos preparados para subir al Sacre Coeur, hicimos cola en el funicular y en poco tiempo llegamos arriba. La Basílica del Sagrado Corazón (Sacré Coeur), es uno de los lugares sagrados más importantes de París. Se encuentra situada en lo alto de Montmartre, una colina de 130 metros de altura desde donde se contemplan unas vistas magníficas de París. La basílica, obra de Paul Abadie, comenzó a construirse en 1875 y se completó en 1914. Fue consagrada como basílica a los cinco años de su construcción, el 16 de octubre de 1919. Las dimensiones de Sacré Coeur hablan por si solas: 83 metros de longitud, 35 metros de anchura y una torre de 83 metros de altura.
Una vez entramos y la visitamos ( no dejan hacer ni vídeos ni fotos en su interior), nos fuimos a visitar La Plaza du Tertre, a veces bautizada plaza de los pintores, u
bicada en la parte más alta de la colina, esta plaza arbolada casi cuadrada tiene el encanto de las plazas de pueblo. Rodeada de edificios del siglo XVIII, invita a vagar imaginando como era París en otros tiempos. Al principio del siglo XX, varios artistas se instalaron en la colina y como algunos se hicieron muy famosos la plaza se convirtió poco a poco en un mercado dedicado a las pinturas y los dibujos. La afluencia llegó a un nivel tan alto que en 1980 fue cuando el Municipio de París instauró una nueva reglamentación: ahora son los Servicios Culturales que otorgan a los pintores una autorización para instalarse en la plaza.Nos empezaba a hacer ruido el estomago y teniamos la intención de comer en algún restaurante de la zona pero, de repente, se puso a llover. Así que decidimos bajar de la colina y comer mas abajo. Justo cuando llegamos al barrio rojo de Pigalle en el Boulevard de Clichy, al pie de Montmartre, paró de llover… Allí antes de comer nos paramos a visitar el Moulin Rouge, famoso cabaret parisino, construido en 1889 por el español Josep Oller. Abrió sus puertas en 1889, durante la celebración del centenario de la Revolución Francesa. El Molino, enteramente revestido de rojo, servía principalmente como distintivo del establecimiento. Aparte de un revolucionario auditorio que permitía rápidos cambios de decorado, el cabaret albergaba en su jardín un espacio para ferias y un elefante gigante procedente de la Exposición Universal. Internacionalmente conocido por sus espectáculos y por el Cancán Francés, el Moulin Rouge se convierte rápidamente, a fin
ales del siglo XIX, en un lugar obligado para el entretenimiento parisino, donde acudían a divertirse toda clase de juerguistas, príncipes, burgueses, artistas, escritores y un público popular. El pintor Toulouse-Lautrec inmortalizó su ambiente a través de sus carteles, con la gran vedette La Goulue.Moulin Rouge
Después de comer y viendo que no lloveria más emprendimos la marcha hasta la siguiente parada. El Centro Georges Pompidou, también conocido como Beaubourg, un museo de arte moderno que albergaba una de las mejores colecciones de arte moderno y contemporáneo del mundo, comparable con la del MoMA de Nueva York o la del Tate Modern de Londres. Allí estuvimos entretenidos con los artistas callejeros que rodean el centro.
Centro Georges Pompidou
Los niños disfrutaron mucho en las fuentes que hay justo al lado del centro, La Fuente Stravinsky (en francés: Fontaine Stravinsky) una particular fuente pública adornada con dieciséis obras de escultura, en movimiento y por aspersión de agua, lo que representa la obra del compositor Igor Stravinsky. Fue creada en 1983 por los escultores Jean Tinguely y Niki de Saint Phalle, y está situada en la Plaza Stravinsky.
No pusimos en marcha porque al mirar al cielo veíamos que en cualquier momento se pondría a llover. Pasamos al lado de la iglesia de Saint Merri y continuamos bajando hacia el sur. Encontramos el ayuntamiento de Paris ( Hotel de la ville) y cruzamos una vez más el rio sena hacia la Plaza de Saint Michel, en la que se encuentra una enorme fuente con la figura de San Miguel luchando con un dragón, entramos en el entramado de pequeñas y encantadoras callejuelas que componen el Barrio Latino. A partir de este punto eran todo restaurantes y cafeterías que ofrecían agradables terrazas con precios bastante asequibles.
iglesia de Saint Merri
Seguimos paseando y justo cuando empezaba a llover, otra vez, llegamos al Pantheon. Fue el primer monumento de importancia de la capital francesa. Su construcción es anterior a la de monumentos como la Torre Eiffel y fue el primer lugar desde el que se podía divisar París desde las alturas. La construcción del Panteón se llevó a cabo entre 1764 y 1790, siendo dirigida al inicio por Jacques-Germain Soufflot y al finalizar por Jean Baptiste Rondelet. El Panteón fue diseñado con la intención de combinar la sencillez de la arquitectura gótica con la majestuosidad de la arquitectura griega. La visita al Panteón la dividimos en dos partes: el interior del edificio, dónde impresiona ver el tamaño de éste y su decoración y donde pudimos apreciar bajo la cúpula, colgado un enorme “Péndulo de Foucault”, el cual fue creado por León Foucault para explicar la rotación de la Tierra, teoría que demostró en el mismo Panteón; y por otro lado la cripta, donde pudimos encontrar las tumbas de personajes tan famosos como Voltaire, Rousseau, Victor Hugo, Marie Curie, Louis Braille, Jean Monnet o Alejandro Dumas.
Cuando salimos ya había parado de llover pero ya era tarde para ir a los jardines de Luxemburgo, así que nos recogimos hacia nuestra casa.
El último día era para los mas pequeños. Nos habían recomendado un parque en París donde iban los parisinos ha pasar el dia y divertirse, un parque diferente. El Jardín de Aclimatación es el primer parque de atracciones de Francia inaugurado en 1860 por el emperador Napoleón III, fue diseñado por el barón Haussmann a imagen y semejanza de los parques ingleses, pero con un toque bastante más científico. Situado en el Bosque de Boulogne. Un auténtico paraíso para los niños, con atracciones, áreas de juego, tiovivos, parques, paseos, club ecuestre, teatro de guiñol … Pero también una gran pajarera con multitud de pájaros y loros, una pequeña granja para descubrir el mundo rural y el Musée en Herbe, diseñado especialmente para los niños. Albergando un centenar de mamíferos, así como numerosas familias de aves de corral (más de 200).
Haga click para ver el pase de diapositivas.Lo pasamos genial!!!