Revista Cocina
Recuerdo una de mis clases de italiano en las que hablábamos de gastronomía (lógicamente eran mis favoritas). En aquella clase había un texto sobre la pasta Aglio, Olio e Pepperoncino (Ajo, Aceite y Guindilla). La profe nos contó que ,en Italia, cuando uno vuelve de fiesta, es típico prepararse una "spaghettata" y la más típica es esta receta (quizá también por ser una de las más sencillas). No sé si esto será así o no, que me corrijan los italianos que me leen, pero viene a ser más o menos como los churros o porras con chocolate que nos comemos los españoles cuando terminamos una noche de fiesta (que tampoco lo hacemos todos).
Después de aquella clase me quedé con ganas de probar la receta y la hice en varias ocasiones pero viendo uno de mis programas favoritos de la televisión italiana, Cuochi e Fiamme, me dí cuenta de que esta receta era algo más que una receta rápida. A veces nos parece que las cosas que llevan menos ingredientes y conllevan menos tiempo y esfuerzo son simples y las valoramos menos, pero, como dice mi admirado Chef Ramsay, lo simple es lo más bueno y creo que tiene razón. Así que, como dice el lema de este mi blog, ya no tenéis excusas para no cocinar.
SPAGUETTI FRESCHI AGLIO, OLIO E PEPPERONCINO CON I PEPERONI VERDI
Para 2 personas: 1 paquete de spaguetti frescos; 2 pimientos verdes; 4 dientes de ajo; 2 guindillas rojas frescas; sal; aceite; agua.
Pelamos y cortamos los ajos en lonchas. Los ponemos a dorar en una sartén con abundante aceite caliente. Retiramos una vez dorados y reservamos (para evitar que se quemen); en ese mismo aceite freímos las guindillas y los pimientos despepitados y cortados en rodajas finas, a mitad de cocción incorporamos le ajo.. Mientras se fríen, ponemos a cocer la pasta un minuto en agua hirviendo con sal. Pasado el minuto, añadimos la pasta al sofrito con un poquito de agua de cocción y cocinamos durante un par de minutos más. Retiramos del fuego para que no se nos pase la pasta y servimos.
Este método de cocción de la pasta se llama "risotar" pues se cocina igual que un risotto, la pasta no se termina de cocer en el agua sino en la sartén con su agua de cocción. Probad a hacerlo, ya veréis qué resultado tan rico.
La receta original no lleva pimiento verde, yo lo he añadido porque tenía un par de pimientos a punto de pasarse, pero le da un toque de lo más rico.