Revista Cocina
Ayer fuimos como las locas al Lidl y ahí estábamos antes de que abrieran las puertas, con los niños en las mochilas y los ojos pegados de legañas.
Y es que salía a la venta la máquina para hacer pasta y ni yo ni los que me han encargado que les lleve una para ellos también, no queríamos dejar escapar esta ocasión. Me ha costado 19,95 € y obviamente a la que he tenido un huequecito en la mañana me he puesto a estrenarla.
En cuanto a la salsa carbonara, la auténtica se hace con huevo crudo, pero como no nos podemos fiar demasiado y menos con los niños pequeños, yo la he hecho con nata.
Quería hacer un último inciso y es que muchas de mis recetas son para vegetarianos y no he especificado que son para ovo-lácteo-vegetarianos, que es la dieta que mayoritariamente seguimos en casa (igual que la que está a dieta que come sano entre semana y se da caprichos el fin de semana, nosotros somos ovo-lácteo-vegetarianos entre semana y comemos carne y pescado el fin de semana, eso si, no se lo digáis a mi marido porque creo que no se ha dado cuenta)
Ingredientes para la masa:
- 3 huevos grandes
- 300 gr. de harina
- una pizca de sal
- un chorrito de aceite de oliva
Ingredientes para la salsa:
- 200 ml. de nata para cocinar
- 200 gr. de queso graso (en mi caso mozzarella)
- pimienta
- sal
Elaboración:
En la cubeta de la panificadora (o a mano) introducimos los huevos batidos y el resto de los ingredientes. Seleccionamos el menú de masa para pasta (15 minutos solo amasado) y dejamos reposar dentro de la cubeta durante una media hora.
Montamos el cortador de pasta y alisamos empezando por el grosor máximo y reduciendo a cada pasada o a cada dos pasadas. Pasando por último el 5 queda bastante bien, pero se podría hacer aun más fino.
Hacemos bolitas con la masa, las enharinamos y las pasamos por la máquina. Para que no se nos pegue o se nos rompa estaremos pendientes de que la tira que tenemos de pasta esté con suficiente harina por encima, rectificando cada vez que haga falta.
Cuando tengamos el grosor deseado cambiamos la manivela de anclaje y la introducimos en el de tagliatella o el de spaghetti, según el grosor con el que queramos que quede el corte de la pasta.
Cortamos y ponemos la pasta a secar colgada y separada para que no se pegue.
Para la salsa, ponemos en un bol la nata líquida, sal y pimienta al gusto y el queso rallado, mezclamos bien y lo dejamos para cuando tengamos la pasta hervida.
En una olla con agua salada hirviendo echamos la pasta y la dejamos dos minutos (se hace enseguida). Escurrimos y sin dejar que se enfríe la metemos en el bol para mezclarla con la salsa, así el queso se deshace y queda muy cremoso.
Servimos y espolvoreamos con un queso seco en polvo (eso para los muy queseros, como nosotros).