Si hay algo que me guste más que la pasta fresca puede que sea la burrata, tan cremosa y son ese sabor suave que me hace salivar solo de pensar en ella. Este plato no puede ser más sencillo, pero a la vez puede que uno de mis preferidos, sin lugar a dudas. Muchas veces (o no tantas) el menos es más funciona y esta es una de ellas.
INGREDIENTES
200 gr. de pasta fresca. Receta AQUI
2 burratas.
1 cebolla grande.
2 cucharadas de aceite de oliva y dos cucharadas de mantequilla.
100 gr. de parmesano en polvo.
Sal y pimienta al gusto.
- Cortamos en juliana la cebolla y la ponemos a pochar con un poquito de aceite y misma cantidad de mantequilla, a fuego lento, hasta que quede bien pochada.
- Mientras, cocemos la pasta 2 o 3 minutos, dependiendo de lo seca que esté esta .Antes de escurrir, reservamos un poco del agua de la cocción.
- Añadimos la pasta a la sartén, unos 50 ml. de agua de la cocción, el parmesano y vamos mezclando todo bien hasta que el agua desaparezca y se convierta en una textura cremosa.
- Servimos en dos platos con una burrata encima de cada montón de pasta. Salpimentamos al gusto y rociamos con un poco de aceite de oliva.
Como os decía, el plato no puede ser más sencillo, pero seguro que os estáis imaginando lo rico y cremoso que está, el ir enrollando tagliatelle con el tenedor y pinchando un poco de burrata es realmente un placer que tenéis que probar.
Vamos con las variaciones, le podéis añadir a la cebolla unos copos de guindilla o peperoncino si os gusta el picante. También un puñado de espinacas le van de maravilla, las añadiremos a la vez que la pasta y el parmesano. Hay que ser muy generoso con la pimienta, al menos si te gusta tanto como a mi.
Preparar esta receta si tenéis invitados, es sencilla, rápida y todos van a quedar encantados, os lo aseguro. Espero que la disfrutéis tanto como yo.