La pasta fresca es una de las preferidas en casa, si puede ser casera mejor, pero en todo caso preferimos la fresca a la seca aunque sea comprada, si a esto le añadimos unos espárragos trigueros tan especiales como los de Huetor Tajar tendremos un plato de 10.
Al igual que el año pasado este año también se han puesto en contacto con nosotras el Consejo Regulador de la Indicación Geográfica Protegida del Espárrago de Huetor Tajarpara participar en la difusión de sus maravillosos espárragos trigueros, aunque últimamente tengo el blog bastante abandonado… no me podía negar ya que los espárragos son una auténtica maravilla, si tenéis la más mínima oportunidad no dejéis de probarlos porque os aseguro que no tienen nada que ver con lo que se encuentra normalmente en los supermercados.
Creo que el año pasado ya expliqué que es un esparrago con un toque totalmente silvestre, un pequeño amargor que le da un sabor muy característico y que a mí me recuerda a los que recogía en el monte de joven.
El año pasado os subí un par de recetas preparadas con estos maravillosos espárragos de Huetor Tajar, una bien sencilla de Espárragos al horno y unas deliciosas Croquetas de espárragos y jamón, para este año he preparado una pasta fresca tipo Alfredo pero con estos fabulosos espárragos como protagonistas. Para la receta vamos a necesitar:
1 Manojo de espárragos de Huetor Tajar
2 paquetes de pasta fresca tipo tallarines
16 colas de gambones
100 gr de bacon
1 diente de ajo
1 cebolla
1 brick de nata de cocina
50 gr de queso parmesano rallado
Sal, pimienta, aceite de oliva virgen extra.
Partir los espárragos con la mano en trocitos pequeños, desechar las partes duras, reservar.
En una sartén con un poco de aceite (o en un wok) dorar las colas de las gambas salpimentadas, retirar y reservar.
En ese mismo aceite dorar el ajo en trocitos pequeños, añadir los espárragos y dejar cocinar a fuego medio unos 10 minutos, pasado este tiempo pondremos la cebolla cortada bien pequeña, una vez la cebolla esté transparente añadiremos el bacon cortado en tiras finas, salteamos un poco, añadimos el brick de nata de cocina, la mitad del queso parmesano (el resto lo dejamos para que cada uno se lo sirva a su gusto) y las gambas que habíamos reservado, cocinamos un minuto y reservamos.
Cocemos la pasta durante el tiempo indicado por el fabricante, escurrimos y la añadimos a la salsa, rectificamos de sal y pimienta si es necesario, servimos inmediatamente.
Espero que os guste la receta y contribuir con ella a que se conozcan un poco más los productos de nuestro gran país.
Por cierto a qué es chula la taza que venía de regalo con los espárragos? Mil gracias al Consejo Regulador por acordarse de este humilde blog para la difusión de su gran producto.