- 150g de azúcar moscovado claro (light brown sugar)
- 1 huevo L
- 130mL de aceite de oliva virgen extra
- 2 cucharaditas de vainilla en pasta
- 150g de puré boniato (pelamos y troceamos el boniato, lo calentamos en el microondas hasta que esté tierno y la chafamos con un tenedor)
- 160g de harina
- 1/2 cucharadita de canela molida
- 1 cucharadita de levadura química en polvo
- 1/4 de cucharadita de bicarbonato
- 1/4 de cucharadita de sal
- 80g de yogur griego
- 50g de coco rallado
- 75g de piñones crudos
- 100g de nata líquida para montar (35% m.g.)
- 150g de chocolate blanco de cobertura, finamente picado
- una nuez de mantequilla, en pomada
- un puñadito de piñones crudos
- coco
- azúcar moreno, tipo panela
PREPARACIÓN
- Batimos el huevo con el azúcar hasta que doble su volumen. Añadimos el aceite en hilo. Incorporamos la vainilla y el boniato. Y seguimos batiendo.
- Tamizamos juntos la harina, la sal, el bicarbonato, la levadura y la canela, y añadimos la mitad a la preparación anterior. Intercalamos el yogur. A continuación, integramos la otra mitad de los ingredientes secos tamizados.
- Por último, agregamos el coco y los piñones, y mezclamos con suavidad.
- Vertemos la masa en un molde de corona perfectamente engrasado y horneamos (en el horno precalentado) durante 25-30 minutos a 175ºC. Dejamos enfriar sobre una rejilla antes de desmoldar.
- Mientras, elaboramos una ganache calentando la nata hasta que entre en ebullición. Esperamos un minuto, y la vertemos sobre el chocolate. Mezclamos hasta que el chocolate blanco se funda por completo. Añadimos la mantequilla y seguimos removiendo.
- Vertemos sobre la superficie de nuestro pastel frío, decoramos con unos piñones, coco y espolvoreamos un poquito de panela.