Revista Cocina

Pastel de piña invertido

Por Carmenrosa @MicocinaCR

PASTEL DE PIÑA INVERTIDODurante los primeros dias otoñales me embarga una especial tristeza, se llena mi memoria de nubes grises al recordar que es la época en las que se marcharon mis seres queridos, meses tristes, calendario de ausencias, por lo que no es el comienzo de ésta estación muy de mi agrado.Es otoño, decimos adiós a los fuertes calores del verano y la naturaleza se viste de tonos dorados y marrones, los árboles se tiñen de color oro al mismo tiempo que aún se resisten las flores en dejarnos sus vistosos colores.
Observo como bailan las ramas de los árboles con ritmo lento y cadencioso, mecidas por la suave brisa que arrastra soplos de aire fresco que entra por mi ventana y que aún me deja la fragancia de los jazmines y la dama de noche.
Caen las hojas secas, se arremolinan  en mi patio y me doy cuenta de que anochece pronto, que la tarde se va apagando lánguidamente,  regalándonos anaranjados atardeceres y es que llega el otoño.
Pero, esto dura poco…un día, quizás dos….y  aunque oficialmente ha entrado el otoño en Málaga, en la Costa del Sol, el sol sigue brillando con fuerza y alegría en un intenso cielo azul, donde a pesar de todo no se apaga el verano y los colores vivos veraniegos armonizan con los tonos sobrios, nostálgicos de un invierno ya cercano.   Aunque hay dias que el azul del mar se vuelve gris; gris marengo que te invita a pasear por la orilla, disfrutando de su grandiosidad.
PASTEL DE PIÑA INVERTIDOHace unos días llovió en mi tierra, cayó el primer aguacero otoñal y me recordó la canción de Serrat...
Llueve, detrás de los cristales, llueve y llueve
sobre los chopos medio deshojados,
sobre los pardos tejados,
sobre los campos, llueve.

Pintaron de gris el cielo
y el suelo
se fue abrigando con hojas,
se fue vistiendo de otoño.
La tarde que se adormece
parece un niño que el viento mece
con su balada en otoño.........

Mi cocina también, año tras año, con la lluvia, con la brisa fresca se viste con rica gastronomía otoñal…..y el otoño, una vez más, me anima a encender el horno a preparar dulces, bizcochos alejando la tristeza y la melancolía.
En ésta ocasión he preparado una vez más, uno de los pasteles de mi entrañable libro 500 pasteles de Susannah Blake, todo un clásico con una textura y un sabor delicioso, que aún no me aleja del verano, un pastel con piña.
PASTEL DE PIÑA INVERTIDO
La piña -ananas comosus- debe su nombre a su similitud con los frutos de los pinos, aunque el término ananás deriva del idioma tupi, del Brasil, donde la denominaban nanás, que significa fruta deliciosa o flor de frutos. Era considerada un símbolo de hospitalidad en las tribus indígenas y se ofrecía a los visitantes como signo de amistad.
Así que ésta sabrosa fruta le ha dado un sabor tropical al otoño en Mi cocina, haciendo de éste bizcocho un dulce con un exótico aroma, dándole un toque ácido y a la vez refrescante.   
Pero en vez de preparar uno, con las mismas cantidades he preferido usar moldes individuales….
Para prepararlos he seguido los pasos y la receta, tal y como indico a continuación:
Ingredientes:
3 cucharadas de azúcar moreno, rodajas de piña en lata, cerezas confitadas, 125 gramos de mantequilla, 100 gr. de azúcar blanca, ralladura de la cáscara de un limón, 2 huevos, 80 gramos de harina con levadura (se encuentra fácilmente en cualquier gran superficie), cuatro cucharadas soperas del zumo de la piña enlatada.
Las cantidades son para un molde de unos 20 cmts de diámetro….yo he usado moldes pequeños hasta gastar la masa…
Los pasos a seguir:
Precalentar el horno a 180º C y engrasar los moldes con mantequilla, espolvorear la base de los moldes y colocar la rodaja de piña, poniendo en el centro media cereza.
Mientras en un cuento batir el azúcar blanca con la mantequilla hasta que la crema quede homogénea.
Añadir sin dejar de remover, los huevos (uno a uno) y la ralladura de limón.
Tamizar la harina sobre la mezclar, removiendo hasta que esté bien incorporada y sin dejar de remover añadir el zumo de piña.
Echar la mezcla sobre las rodajas de piña y alisar.
Meterlo en el horno y dejarlo durante unos 20 minutos, hasta comprobar insertando un pincho en el centro y que salga limpio.
Dejar enfriar los moldes fuera del horno durante quince minutos, volcar los pastelitos sobre el plato donde se vaya a servir.  
Aún queda verano para largo en Málaga, nos queda por pasar días de calor, nuestro otoño particular, el que los malagueños llamamos “veranillo de los membrillos” .
PASTEL DE PIÑA INVERTIDOEl cuadro “Los membrillos”  pintado por mi suegro, cuelga en Mi Cocina real….

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