Revista Bares y Restaurantes
Siguiendo la serie de recetas fáciles y sobre todo sanas iniciada con las croquetas de espinacas, el pastel de puerros, creo, es la perfecta continuación a esta secuencia, por su sabor, por la facilidad de la receta, por lo sano, por el juego que nos puede dar a la hora de elaborarlo y porque lo podemos hacer de un día para otro. Puede ir solo o con gambas. Hay quien lo hace con bacon y los que le ponen queso Feta. Las combinaciones son múltiples. Además, según el que hagamos, lo podemos tomar caliente o a temperatura ambiente como aperitivo estival.Aquí dejo la receta de una pastel básico y a partir de este, se puede abrir un amplísimo abanico de posibilidades. Solamente hay que echarle un poco de imaginación.
Los Ingredientes.
3 puerros grandes,
4 huevos
120 grs de queso blanco fresco.
Un chorrito de leche.
1 cucharada de mantequilla,
aceite de oliva,
sal,
pimienta
nuez moscada.
Queso Rallado.
La Faena.
Lavamos y cortamos los puerros en Julianas. A continuación sofreímos con un poco de aceite (otra opción sería con mantequilla). Si buscamos rebajar las calorías, en lugar de sofreír, otra posibilidad es cocer los puerros. Yo este paso lo he hecho en Thermomix pues me permite despreocuparme y va dejando el puerro de un tamaño más apropiado para el pastel. Esto nos llevará unos 20 minutos. Pasado este tiempo echamos un poquito de leche y el queso fresco, dejando que el calor y el movimiento de las aspas reduzcan su tamaño. Si lo hacemos en sartén, chafamos el queso con un tenedor. Si optamos por innovar, podemos añadir un poco de jamón york, bacon, gambas, espárragos... Cualquier cosa que se nos ocurra puede quedar bien.Mientras se van haciendo los puerros, batimos los huevos con sal, pimienta y nuez moscada a la vez que precalentamos el horno a 200ºC.Mezclado bien los puerros con el queso que ha sido triturado en la Thermomix, los vertemos al bol con los huevos batidos y mezclamos bien. De ahí pasamos todo a un molde de plumcake y llevamos al horno. A los cinco minutos echamos el queso rallado y dejamos unos 20 minutos más. Transcurrido este tiempo, pinchamos con un palillo y si sale seco esta listo. El tiempo de cocción puede variar según el horno que empleemos o el molde. Yo he usado un molde de silicona, por lo que no he tenido que manchar con aceite para luego desmoldar.
Una vez atemperamentado, desmoldamos el pastel y listo para comer. Aunque al igual que se puede variar su elaboración, también el acompañamiento. Lo podemos tomar solo, o con distintas salsas. Una opción bastante simple es la de reducir en un cazo un poco de nata y listo. También podemos hacer una salsa de pimientos de piquillo o una crema con las cabezas de las gambas, si es que las hemos usado o con una salsa rosa. Es un plato que perfectamente podemos hacer de un día para otro. Basta con calentarlo unos segundos en el micro para quitarle el frio de la nevera.