Me entusiasman las tartas, pasteles y dulces, pero no me entrego a ellos por eso de la dieta. Hacía muchísimo que no os subía una receta dulce, así que, como el final del mes de agosto es una época de celebraciones en bucle en mi familia, preparé esta deliciosa tarta.
Si tenéis mucho tiempo y muchas ganas, sale muy rico con la masa quebrada casera. Yo a veces la hago, pero esta vez tenía un poco de prisa, así que, utilicé una del frontal frío del supermercado que venden ya elaborada y lista para hornear.
En cualquier caso, os voy a dar la receta de la masa quebrada de mi abuela por si os animáis. La crema pastelera que es el alma de esta tarta (pues aunque en Francia lo llaman flan, no es realmente un flan ni está hecha al baño María) lleva vainilla para aromatizar.
Yo utilicé un molde de 22 cm y me quedó muy alta, así que creo que la próxima vez utilizaré uno de mayor diámetro para que me quede más bajita.
Para la masa quebrada o brisa:
- 300 g de harina de trigo
- 150 g de mantequilla
- 1 huevo
- 2 cucharadas de agua
- sal
Para el relleno:
- 1/2 L de leche entera
- 1/2 L de nata para montar
- 3 huevos + 1 yema
- 200 g de azúcar
- 1 cucharadita de esencia de vainilla
- 75 g (3 cucharadas soperas) de harina de maíz o Maicena
- 30 g de mantequilla en pomada (blandita)
Se saca la masa del frigorífico y se extiende la masa sobre una encimera o mesa espolvoreada de harina, con un rodillo. El grosor debe quedar como de medio centímetro. Se ajusta al molde previamente forrado con papel de horno.
Si se tiene masa comprada, se desenrolla y se ajusta al molde que vayamos a utilizar.
Se pincha la masa, se ponen garbanzos para que haga peso, no se deforme y no suba. Se hornea unos 10-15 minutos hasta que la masa se seque un poco.
Mientras tanto vamos preparando la crema pastelera.
Se pone a calentar al fuego la leche, la nata, el azúcar y la esencia de vainilla. Re retira en cuanto dé un hervor.
Se Mezclan en un bol los huevos, la yema y la maicena. Se añade sobre esta mezcla la leche infusionada con vainilla, removiendo sin parar.
Se vuelve a poner al fuego eta mezcla y se remueve con varillas, sin parar, hasta que espese la crema. En cuanto llega a hervir espesa.
Se añade la crema sobre la masa semihorneada y se introduce de nuevo en el horno.
Se hornea durante 45 minutos. Se deja enfriar y se guarda en la nevera unas horas antes de servir.
¿Habéis visto que corteza dorada tan preciosa le queda a la tarta?