En la primera imagen vemos una instantánea en la que se muestra la fiereza del ataque de estos 2 pastores alemanes. La imagen está tomada en el pueblo de Penagos en Cantabria, España, en el lugar dónde se sitúa una alambrada que separa 2 propiedades rurales. Estos simpáticos canes me deleitaron un buen rato con sus piruetas y muestras de sus colmillos amenazadores. Pero todo de boquilla, la sangre no llegó al río.
Este es el vídeo completo del habitual episodio entre juego y pelea que sucede con bastante frecuencia entre ambos guardianes.