Revista Cultura y Ocio

Patadas al latín

Publicado el 23 mayo 2011 por Franciscogarciajurado
PATADAS AL LATÍNMe parece muy bien que mucha gente no quiera saber nada de la lengua latina y que prefiera vivir en la felicidad de su ignorancia. Lo que no tolero es que se utilice de manera estrafalaria esta lengua sabia para crear marcas comerciales de manera aberrante. Si no les gusta el latín déjenlo, pero no lo maltraten gratuitamente. POR FRANCISCO GARCÍA JURADO HLGE
Paseaba con parte de mi familia cerca de la Puerta de Toledo, en Madrid. Ya tengo acostumbrados a los míos a esas explicaciones de cosas que la "gente normal" no suele hacer, como, por ejemplo, dar cuenta del error que supone en la inscripción latina de dicha puerta aparezca REDUO en lugar de REDUCI. Allá iba yo a darles una intempestiva clase de moderno latín epigráfico cuando me quedé atónico ante el reparto de unos folletos publicitarios donde pude leer, asombrado, MARE VOSTRUM. De verdad que me quedé a cuadros ante un reclamo publicitario de la región de Calabria donde, en lugar del esperable MARE NOSTRUM, la muy soberbia denominación romana para el Mar Mediterráneo, pude leer algo que, de puro ingenioso, suena bastante mal a un latinista. Los publicistas quisieron darle un giro a la denominación esperable, "Mar Nuestro", escribiendo "Mar vuestro", imagino que de los futuros turistas, y creando así en ellos una sensación de hospitalidad. Pero el problema está en que el latín es puñetero, y el adjetivo posesivo de segunda persona plural no es VOSTRUM (cuando menos, en latín clásico), sino VESTRUM, con lo que la buena denominación hubiera sido MARE VESTRUM, que quizá por ser más correcto es, probablemente, menos reconocible para un no iniciado en los misterios del latín. El horror gramatical me trajo a la memoria el rótulo de una cadena de restaurantes "mediterráneos" que se llama NOSTRUS (así tal cual, y yo también dije "¡joder!" cuando lo leí por primera vez). NOSTER, el correcto uso del adjetivo posesivo de primera persona del plural, no recuerda ya, imagino, al MARE NOSTRUM que ellos querían evocar, por lo que yo hubiera optado sencillamente por denominar a la cadena de restaurantes, sencillamente, NOSTRUM. En fin, no sigo más, que luego un señor desconocido, o que firma como "ANÓNIMO", me llama impropiamente patán, en especial cuando cargo contra la prosodia del SEAT EXEO, que en lugar de ser pronunciado correctamente como ÉXEO se llama EXÉO. Las cosas no están para bromas, pero se me ocurrió la posibilidad de vengarme yendo a un concesionario de la SEAT y decirle a uno de los comerciales que estaba interesado en comprar el modelo de coche citado, pero que mi decisión dependía básicamente de la correcta pronunciación que el vendedor hiciera de la palabra latina. "Para que vea Vd. si sirve el latín: se está jugando hacer una compra de 15.000 euros que sólo depende de dónde ponga el dichoso acento". En fin, todas estas son cosas que me enfadan moderadamente y que me divierten bastante. Ya sé que si un director de banco ve lo que yo gano y lo compara con lo que ganan los directivos del MARE VESTRUM, del NOSTRUS y del EXÉO me dirán que ellos son mucho más listos que yo, y con diferencia. A todo esto, yo le diría lo que dijo un chulillo en tiempos de Moratín: PAUPERIEM PA...TÍ. Es decir, PAUPERIEM, la pobreza, PATÍ, "para ti", que yo no la quiero. FRANCISCO GARCÍA JURADO

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