Estamos de vacaciones, los fogones disfrutan de su merecido descanso y la cocinera también. Guisamos lo mínimo y rapidito, así que la receta no puede ser más apropiada, es fácil y perfecta para estos días de relax, de paso aprovechamos para probar una Salsa Bravade lujo, es de Conservas Rosara, rica no, lo siguiente y potente porque te puedes beber una buena jarra de cerveza de lo picantona que está.
Tan solo necesitaremos:
Patatas
Salsa Brava Rosara
Mayonesa
Aceite de oliva para freír
Sal
Y os diré un truco para que las patatas bravas os queden de muerte, como las de los bares, yo lo aprendí en el Rte. Casa Gijón, gran lugar para comer, el truco es el siguiente:
Para que las patatas nos queden blanditas por dentro haremos lo siguiente, las cortaremos en trozos ni pequeños ni grandes, y más o menos cuadrados, pondremos a calentar abundante aceite de oliva, esto podéis hacerlo en una freidora, aunque yo soy de sartén, cuando el aceite este bien caliente echaremos las patatas y cuando empiecen a tomar color dorado las sacaremos y reservaremos en un plato. Podemos dejarlas hasta horas antes de terminarlas de hacer pero siempre consumirlas en el mismo día. Puedes tenerlas preparadas y aprovechar para ir haciendo cosas y antes de servir volver a meter en aceite bien caliente hasta que tomen ese color doradito tan característico.
Probad este truqui y veréis como quedan riquísimas.
Después solo nos quedara colocarlas sobre un plato, echar un poco de sal, poner mayonesa al gusto y una cantidad generosa de Salsa Brava Rosara.
Disfrutad del momento con una bebida fresquita y buena compañía.