Después de unos días de retos...¡estaba deseando publicar esta entrada! ¡Y enseguida sabréis por qué!
Estas pasadas fiestas navideñas tuve la oportunidad de visitar, en muy buena compañía, algunos lugares maravillosos de la geografía castellana entre los que estuvo Ávila, Patrimonio de la Humanidad y ciudad que impresiona por su recinto amurallado medieval, el mejor conservado de España y probablemente de toda Europa, con 2.5 km, 2500 almenas, 88 torreones y 9 puertas...¡casi nada!Y diréis...¿y esto que tiene que ver con la receta de hoy? Pues mucho, porque es allí donde caí rendida ante la simplicidad y exquisitez de estas patatas revolconas o "meneás", un plato que empezó siendo una comida humilde de los campesinos castellanos y que ha evolucionado a servirse en pequeñas raciones o tapas. Aquí os la traigo a la manera más tradicional y os aseguro que es un plato exquisito con el que vais a triunfar :-)
Hoy va por los amigos que me acompañaron (Danny, Elena y Diana) y por los buenos momentos vividos.Ingredientes: 1 kg patatas; 6 dientes ajo; 2 hojas laurel; 3 cucharaditas pimentón dulce; 1 cucharadita pimentón picante; 1 loncha gruesa panceta; sal; aceite; agua.Preparación: Pelar y cortar las patatas en trozos medianos y ponerlos en una cacerola cubiertas al ras de agua. Añadir un diente de ajo con la piel y golpeado con la mano, las hojas de laurel, un chorreón de aceite y un pellizco de sal y cocinar a fuego suave durante 30 minutos. Una vez cocidas dejar el fuego al mínimo, quitar el laurel y el ajo y sacar un poco del agua de cocción pero reservarla por si la necesitamos.Mientras, cortar la loncha de panceta en trozos pequeños (como torreznos) y sofreirlos en aceite a fuego suave. Apagar el fuego y dejarlos macerar mientras acaban de hacerse las patatas. Entonces, darles un golpe de calor en la sartén para acabar de tostarlos bien y que queden crujientes y colocarlos sobre papel absorbente para que suelten el exceso de grasa.En el mismo aceite de la panceta sofreir el resto de ajos pelados y picados sin que se doren demasiado. Añadir la mezcla de pimentón moviendo bien para ayudar a desleír y, una vez hecho, añadir todo a la cacerola de las patatas.Ahora tenéis que trabajar bien toda la mezcla con ayuda de una varilla, de forma que quede un puré cremoso y suelto. Si es necesario, durante el proceso podéis añadir un poco del agua de cocción que tenéis reservada. Es preferible que vayáis añadiendo a que quede demasiado líquido.Servir en cacerolitas individuales acompañadas de los torreznos.No podía marcharme hoy sin dejaros unas fotos de Ávila. Si tenéis la posibilidad, no dejéis de visitarla y de probar otro de sus platos típicos, las Judías del Barco.
Desde las murallas hay una vista excepcional
Ávila by night