Revista Cultura y Ocio

Patria, de Fernando Aramburu

Por Alejandra Naughton Alejandra Naughton @alenaughton
Patria, de Fernando Aramburu

Llegaron a mis manos, al mismo tiempo, la recomendación de la novela Patria de Fernando Aramburu y el dato de que la serie basada en el libro estaba seleccionada en todas las revisiones como dentro de las mejores del año 2020. Como tenia una novela empezada y algo de tiempo para ver la serie, opté por elegir la serie. Y … ni bien la terminé, créase o no, no pude evitar volver a sumergirme, esta vez leyendo, en el mundo de Miren y Bittori. Sí, porque a pesar de los numerosos personajes de esta historia, son ellas las que mantienen, en un dueto memorable, la tensión dramática a lo largo de la trama. 

Me resultó interesante comparar el mundo literario con el audiovisual. Es claro que el primero brinda más pliegues, más rincones, y nos dá mas posibilidades como lectores para releer, imaginar, conjeturar mientras nos vamos adentrando a la historia. En cambio, la versión televisiva se vale del virtuosismo del mundo audiovisual logrando tan alto impacto emocional que, al menos yo, no pude “maratonearla” aunque la intriga me carcomiera. Ciento veinticinco capítulos cortos meticulosamente titulados u ocho episodios magnéticos. Dos caminos para palpitar una gran historia con un ritmo tan vertiginoso, como emotivo. Lúcido y valiente. 

Es cierto que Patria habla del conflicto de ETA (Euskadi Ta Askatasuna, que en euskera significa "País Vasco y Libertad"), pero creo que la parte más brillante y conmovedora es la luz que arroja acerca de cómo afectan de manera irreversible las posiciones extremas, cualquiera y donde sea que se tomen, a la vida de la gente a la que supuestamente las partes enfrentadas dicen representar. Esta es una historia de dos mujeres que a fuerza de no lograr dialogar terminan optando por hablar una con el santo de su devoción San Ignacio de Loyola y otra con su fallecido esposo Txato víctima del terrorismo. Así, los muertos caminan por las calles del pueblo acompañando a los vivos y los vivos andan por ahí muertos de tristeza y rabia (o viceversa).  La letanía interior de ambas está magistralmente lograda tanto en el libro como en la serie, en esta última con actuaciones inolvidables de Elena Irureta (Bittori) y Ane Garbarain (Miren).  

Las diferencias entre esas dos familias ante el conflicto vasco parecen abismales, la reconciliación imposible. Sin embargo, Aramburu esconde esperanzas casi hasta las últimas hojas de su novela en Arantxa, la hija de Miren. Ella, la tercer mujer fuerte de esta novela tan singular, intentará atar pacientemente cabos para hacerla fluir aunque las posibilidades de lograrla estén tan trabadas como su cuerpo afectado por un cruel derrame cerebral.

Patria es una novela que habla de los destrozos que hace la división radical, la incapacidad de escuchar miradas diferentes y por encima de todo del poder sanador y virtuoso de la búsqueda incansable del perdón y la reconciliación. Bittori sobre el perdón es categórica, dice: “Lo quiero y lo exijo y hasta que no lo consiga no me pienso morir”. 

Dejo por acá algunas perlas para aquellos interesados en la expresión escrita. La lectura depara más de una sorpresa. El idioma castellano está entremezclado con vocabulario vasco (para el cual la novela cuenta con un glosario al final), y algunos párrafos contados en tercera persona con una notable maestría nos sorprenden siendo rematados cada tanto en primera persona. Casi en todas las páginas se describen situaciones que tal vez por inabarcables hacen que el autor nos deje a nosotros como lectores “elegir” qué verbo o adjetivo es el más adecuado a la situación, por ej. “Agarra con decisión la espumadera y se sirve a sí misma, mientras evoca/enumera desayunos, almuerzos, cenas de mediana/dudosa calidad en Londres”.  Finalmente, muchas oraciones terminan abruptamente con estructuras gramaticales irreconocibles que nos invitan a completarlas con nuestra imaginación. Qué les parece esta: “Esa carta no era como la primera, hosca, de militante peleón, rencoroso y malo y cabezota y.” 

Antes de terminar… como si todo esto fuera poco, el desenlace de esta gran historia es sutil e inolvidable. En el libro y en la serie. En el formato que más les guste, se las recomiendo.


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