RAZONES (DE PESO) PARA VER PEAKY BLINDERS
Peaky Blinders es una producción de la BBC que se ha ganado una tercera temporada gracias a un fantástico grupo de actores, una soberbia puesta en escena y una historia contada con estilo y personalidad.
El próximo otoño se estrenará la tercera entrega de una serie que no pensaba pasar de la primera temporada pero que ha ido creciendo y tiene a sus seguidores con el corazón en un puño para ver qué será lo siguiente en las vidas e intrigas de la familia Shelby, sus amigos y sus enemigos. Aunque a menudo, como en todas las buenas historias de mafiosos, no se sabe muy bien quién está en un bando y en otro.
Te damos sólo tres motivos de peso por los que deberías ver esta serie británica plagada de grandes intérpretes; tres grandes razones que te explicamos sin spoilers.
El contexto
Si te gusta la Historia, te gustará Peaky Blinders. Especialmente si eres anglófilo.
El núcleo de la trama de Peaky Blinders no es una historia real, aunque podría serlo: una familia que recrudece sus "trapicheos" después de que sus miembros más jóvenes vuelvan a casa tras defender la corona británica en los campos de batalla franceses durante la I Guerra Mundial. Esto, que a priori es una historia de mafiosos más, cuenta con muchos elementos que podrían ser secundarios pero que en realidad son muy importantes para entender y disfrutar mejor la serie.
La guerra
El trasfondo de la posguerra nos ofrece una visión diferente de la que aparece en los libros de texto. Vemos el día a día de una sociedad que se ha llenado de viudas, de jóvenes que padecen ataques de ansiedad o de violencia incontrolable, y de una generación desencantada con un gobierno que les pone medallas como héroes de guerra pero que no les ofrece ningún futuro.
En una época de posguerra, y todavía con la resaca de la Revolución Industrial que terminó a mediados del siglo anterior, la mayoría de personajes buscan la supervivencia y el provecho propio; sólo unos pocos confían y ayudan a los demás más allá de la familia, que eso sí es intocable.
El IRA
La acción se sitúa en 1919, en la ciudad de Birmingham, una de las más castigadas por la guerra y sin la ventaja de contar con un puerto que dinamice la economía de la zona como sucedía en otros territorios de Inglaterra. Ese mismo año Irlanda se independiza del Reino Unido, por lo que al desgaste económico de la posguerra hay que añadir las tensiones políticas que se vivían a nivel interno.
Estos rifirrafes no son sólo evidentes por las apariciones en la serie de grupos como el IRA sino también por las relaciones entre los personajes ingleses e irlandeses, y también gitanos (que son de origen irlandés), que reflejan un conflicto que todavía resuena hoy en día.
El juego y el contrabando
Los negocios de los Shelby, con Thomas y la tía Polly al frente, se pasean entre la legalidad y la ilegalidad más brutal. Cualquier persona que haya vivido en el Reino Unido o en Irlanda, sabe que el juego y el alcohol son dos elementos comunes y muy aceptados en esta cultura. Sin embargo, no lo eran tanto a principios del siglo XX.
Hoy en día la seguridad en el mundo del juego es muy grande y se ha recurrido a la técnica para desarrollar sistemas como los generadores de números aleatorios que evitan que se pueda manipular una ruleta o un juego de cartas, pero todo esto es consecuencia de una época, como la de Peaky Blinders, en la que todavía se podían hacer trampas. De hecho, es así como se construye el imperio Shelby (esto no es ningún spoiler, es una consideración general).
En todos los países que sufren una situación tan extrema como es una guerra, hay un periodo en el que se dispara el contrabando. En todas las crisis hay gente que se beneficia y todo el mundo quiere estar del lado de los poderosos. Las luchas de poder son una réplica a pequeña escala de las estrategias que se aprendieron en el campo de batalla pero retratan muy bien toda una época de grandes desigualdades y de "sálvese quien pueda".
Las pandillas
Birmingham, aunque muchos no lo sepan, es la ciudad más grande de Inglaterra después de Londres; una ciudad industrial del centro del país que ha tenido que reinventarse unas cuantas veces. Se benefició de los años de bonanza de la Revolución Industrial y atrajo a un gran número de inmigrantes, pero también sufrió las consecuencias cuando se deshinchó la burbuja.
Los verdaderos Peaky Blinders
Pese a que hemos dicho que la serie es totalmente ficción, los "peaky blinders" sí existieron en Birmingham a finales del siglo XIX y principios del XX. Se les considera la primera gang (pandilla) inglesa y aterrorizaron a sus vecinos durante años con su violencia. Uno de los métodos que utilizaban era poner cuchillas en la visera de sus gorras; con ellas atacaban a los ojos de sus enemigos. Hay que advertir a los más aprensivos que esto también aparece en la serie.
Los actores
Si te gustan los actores de carácter, te gustará Peaky Blinders.
El gran protagonista de la serie es Thomas Shelby, que interpreta el actor irlandés Cillian Murphy y al que es obligatorio escuchar en versión original. Murphy siempre da la talla, incluso aunque sólo aparezca unos minutos como cuando apareció haciendo de El Espantapájaros en la película El Caballero Oscuro.
Pero además de Murphy, la serie está repleta de grandes actuaciones. El cara a cara entre Tommy Shelby y el inspector Chester Campbell deja momentos impagables. Sam Neill, al que todos recordamos por Jurassic Park, rinde tributo a sus antepasados transformando su acento australiano en un perfecto norirlandés.
Otro personaje de peso es el de la tía Polly, interpretado por una dama de los escenarios británicos: Helen Mc Crory, que aquí hace el papel de su vida. Destaca también Paul Anderson, que hace del imprevisible hermano mayor de Tommy, o los dos vértices del triángulo amoroso en el que está metido Tommy: Grace Burgess ( Annabelle Wallis) y May Carleton ( Charlotte Riley).
Además hay secundarios de lujo como Tom Hardy (RocknRolla, Origen, el nuevo Mad Max), cuyo personaje no tiene desperdicio, o Noah Taylor, que a algunos les sonará de Charlie y la Fábrica de Chocolate.
La serieSi te gustan las series, te gustará Peaky Blinders.
Peaky Blinders tiene un poco de muchas de las mejores series de los últimos tiempos. Hay quien la ha criticado por "lenta", y es cierto que no tiene el ritmo que se esperaría de una serie de gangsters, pero con una nota de 8.8 en IMDb no se puede decir que no haya conseguido enganchar a su audiencia.
En la línea argumental de Boardwalk Empire, aunque con un marcado acento británico, Peaky Blinders cuenta con la ambigüedad de los personajes de Breaking Bad, la cadencia de True Detective, los giros de guión de Prison Break y la garantía de ser un producto BBC, responsable de series como Sherlock, The Office o Dr Who.
Y un último motivo para ver Peaky Blinders, éste para los más prácticos: son tan sólo seis capítulos y dos temporadas, algo que un seriéfilo puede verse en un par de sentadas. ¿Te la vas a perder?