Gran mecenas y coleccionista del arte del siglo XX, Peggy Guggenheim (1898-1919) fue una de las mujeres más admiradas y entrañables de la Historia del Arte.
Nació en el seno de una familia de magnates, los Guggenheim, un apellido vinculado al mundo del arte. Amó el arte moderno en todos los aspectos. Vivió un torbellino de relaciones fugaces y violentas con Max Ernst, Lawrence Vail y Samuel Beckett. Marcel Duchamp su íntimo amigo y consejero. Jackson Pollock, su protegido. Su lema "compra una obra cada día". Gracias a la posibilidad económica, su colección es una de las más admiradas de arte moderno del mundo. Obras de Picasso, Braque, Dalí, Mondrian, Pollock y Calder pueden contemplarse en el Palazzo Venier dei Leoni ubicado en Venecia (Peggy Guggenheim Collection).
"En el invierno de 1946 pedí a Alexander Calder que me hiciera un cabecero de cama, pues me parecía que sería un cambio de lo más refrescante con respecto a los antiguos de latón de nuestras abuelas. Un día me lo encontré en una fiesta y le pregunté: "Sandy, ¿por qué no me has hecho el cabecero?" Al oír esta extraña pregunta, Louisa, su preciosa mujer, aguzó las orejas y rogó a Sandy que se pusiera manos a la obra. A causa de la guerra, el único material disponible era la plata, que costaba más que todas las obras que había hecho Sandy con ella. No era mobile, salvo por el hecho de que tenía un pez y una mariposa que se balanceaban en el aire al fondo, lo que lo hacía parecer un paisaje submarino de plantas y flores. No sólo soy la única mujer del mundo que duerme en una cama de Calder, sino también la única que lleva sus enormes pendientes mobiles". (Anécdota entre Peggy y Calder, extraída del libro "Confesiones de una adicta al arte")
¿Conocíais la historia de Peggy Guggenheim?
Cristina