Revista Cocina
Este es un truco muy fácil de hacer que además os servirá para presentar mejor los tomates en las ensaladas o para triturarlos para hacer alguna sopa, gazpacho o salmorejo ya que no queremos encontrarnos la piel en el plato.
Necesitamos:
Tomates
Cuchillo
Cazo
Un recipiente amplio
Agua
Hielo
Ponemos agua en el cazo y lo ponemos al fuego. Mientras cogemos los tomates y le vamos quitando la parte dura que junta el tomate con la mata y por la parte opuesta le hacemos un leve corte en forma de cruz como veis en la foto. Estas hendiduras se las hacemos para que la piel se separe mejor y preparamos el recipiente de agua fría con hielo. Una vez hierva el agua que está al fuego, metemos los tomates de 20 a 25 segundos según el tamaño (no os preocupéis que no se van a cocinar) y rápidamente los metemos en el recipiente de agua helada para cortar la cocción. Con ayuda de un cuchillo vais tirando de la piel por donde hicimos los cortes y la piel saldrá sola. Espero que sea de utilidad.
Necesitamos:
Tomates
Cuchillo
Cazo
Un recipiente amplio
Agua
Hielo
Ponemos agua en el cazo y lo ponemos al fuego. Mientras cogemos los tomates y le vamos quitando la parte dura que junta el tomate con la mata y por la parte opuesta le hacemos un leve corte en forma de cruz como veis en la foto. Estas hendiduras se las hacemos para que la piel se separe mejor y preparamos el recipiente de agua fría con hielo. Una vez hierva el agua que está al fuego, metemos los tomates de 20 a 25 segundos según el tamaño (no os preocupéis que no se van a cocinar) y rápidamente los metemos en el recipiente de agua helada para cortar la cocción. Con ayuda de un cuchillo vais tirando de la piel por donde hicimos los cortes y la piel saldrá sola. Espero que sea de utilidad.