Pensamientos prohibidos.

De los que no se pueden confesar. Los que se deben mantener, prisioneros,  en nuestra mente que, curiosamente, es libre de pensar lo que ella quiera…

Todos tenemos de esos pensamientos que están prohibidos…

Normalmente, hay una secuencia de comportamiento posterior al “pensamiento” que podríamos llamar zona de rechazo que, en función de la calidad de nuestros pensamientos prohibidos,  puede ser de “rechazo horrorizado”. No hay que alarmarse, dice el sociólogo de la Universidad de Washington , Pepper Schartz,  los pensamientos prohibidos nos hacen sentir como individuos al margen de las convenciones sociales .Es por eso que los rechazamos pero…como se quedan campando a sus anchas en la tierra de los pensamientos , no pasa nada. Ahí están. Aparentemente, inofensivos…

Una buena fuente documental son psicólogos y psiquiatras aunque la mayor de todas, es la del confesionario pero, ya se sabe, al ampararles el famoso “secreto de confesión” (que lo que les otorga es el “Poder de la Información…prohibida”) no proporcionan datos para los estudios sociológicos. Aun así, los análisis indican que los pensamientos prohibidos más recurrentes tienen que ver con engañar a la pareja, fechorías laborales y actos impuros. Esto último, claro, dependerá de lo que tu mente considere “impuro” .

Hay conceptos básicos que son impuros los mires como los mires (no entro en modalidad  “patología”, el punto de vista es desde la normalidad ) y otros que se convierten en impuros en un lugar concreto, pero en otro lugar…pues no. Ejemplo : No es un pensamiento prohibido para mi el fantasear con bañarme en la playa (o piscina, o charca…Algo con agua, que me cubra hasta el cuello a poder ser). Tampoco es escandalosa (como para mantenerla en la sección de “prohibidos”) la elección del atuendo ( bikini o en bolas ) pero ese mismo pensamiento que para mí es libre , para una de esas mujeres que viven en un país musulmán y cuya religión les obliga a ir tapadas hasta arriba, es uno de esos “pensamientos prohibidos”.

Lo que hace que no sean confesables, no son los pensamientos en sí,  si no las convenciones sociales (esto abarca todo: sociedad civil, religión, país, cultura, etc…) en las que vivimos inmersos.

Los pensamientos no adquieren el estado de prohibidos hasta que topan con las “normas”.

Entenderéis, pues, lo que viene a continuación.

En un mundo rígido, de formas cuadradas y ángulos de 90º en el que todas las líneas son rectas, el pensamiento prohibido más común es la curva, la redondez, la bola…

En un acto de valentía sin precedentes, un cuadrado ha confesado sus pecadillos mentales. Los que no deberían hacerse públicos jamás si no quieres que los otros cuadrados te miren horrorizados aunque ellos, también, hayan tenido ese pensamiento prohibido…

Ahora, lo llaman “el cuadrado viciosillo”…

 Como era de esperar una mente llena de círculos, bolas, puntos y redondeces…Y de color y tamaños variados…