Revista Cocina
Muchas veces, algunos aficionados al vino nos dejamos encandilar por prácticas enológicas, orígenes de los vinos, incluso nombres de los enólogos o bodegueros, y encumbramos vinos a los que justificamos su precio con ojos cerrados y pensando que ese vino tiene que valer lo que cuesta.
No voy a ser yo quien diga lo contrario. De si un tinto de la Ribeira Sacra, un Rías Baixas de calidad o un vino del Montsant vale realmente su precio. Pero como decía hace algunas entradas, compartir mesa, vinos y charlas con las personas que están del lado de quien vende, a veces me hace reflexionar sobre otros aspectos del mundo vinícola.
"Me parece muy bien que a ti te encante tu Verdejo y que la producción este año haya sido menor, pero mis clientes no van a pagar por este vino más de 5€, ni de lejos los 10€ que ya me pides tú a mí". Esta conversación la mantuve no hace demasiado tiempo con el dueño de una tienda especializada. Y me hizo pensar sobre si muchas veces quien debe vender sus productos, tiene claro lo que el consumidor final está dispuesto a pagar.
"Nadie duda de la calidad de los tintos gallegos, pero no es una generalidad, son vinos concretos de productores determinados, y saliendo de bodega a 20€ no pueden competir". Esta otra frase formó parte de una charla con un sumiller y distribuidor de vinos. Y me hizo pensar en cuánta gente estaría dispuesta a pagar 30€ por un Sousón gallego pudiendo comprar por ese precio un vino de mucha categoría de una DO conocida.
Hay muchos elementos que se pueden y deben tener en cuenta en estas reflexiones. Quienes tiran los precios y hacen que todo el conjunto se deprecie, la cantidad de manos que tienen que ganarse su parte y encarecen productos, los bodegueros estrella que creen que sus vinos deben venderse a precios estratosféricos desde su primera añada, la desinformación del consumidor, la diferencia a veces abismal entre costes de producción y precio de venta...
Una vez leí que un vino tenía un precio correcto si volverías a pagar lo que te han pedido por él. Y creo que es cierto, pero también creo que, sobre todo algunas DO y productores, deben mirar muy bien con que precios salen al mercado para poder hacerse un lugar. Por supuesto, siempre manteniendo la dignidad.
Imagen tomada de la Wikipedia.