Revista Cultura y Ocio
Sí, perdoname porque al fin y al cabo soy uno más. Uno más de los que no te dio ni cinco de bolas hasta que la embocaste y una novela tuya llegó al cine grande. Pero ¿qué querés? si en el fondo, también, quedé entrampado por el sistema. Sí, al sistema literario argentino me refiero, ese que hace las críticas en los suplementos de literatura, que tiene blogs en los que comentan libros con palabras rimbombantes. Seguro que vos no tenés ni amigos ni conocidos ahí, porque no vi una sóla mención en ninguno de esos lugares, hasta que la embocaste con la película. ¿Viste esas notas en las que se hablan de los jóvenes, y no tanto, escritores? En ninguna te vi mencionado. Y mirá que había largas listas con muchos nombres. Tal vez consideren que tu literatura que empezó siendo futbolera no merece ningún espacio en el de la literatura culta. Pero quedate tranca, amigo, que al Negro Fontanarrosa le pasó lo mismo, el tipo se cansó de vender, como vos, pero no aparecía comentado por los que comentan la gran literatura nacional. Hasta que estaba por morirse y ahí lo invitaron a que diserte en su Rosario natal en el Congreso de la Lengua y sorprendió hablando en ese ámbito de las malas palabras y cagándose en la formalidad de todos. Algo parecido le pasó al Gordo Soriano, ese novelista del carajo. Y, también, hasta el día de hoy a Cortázar, del que los necios dicen que es literatura para adolescentes. Por eso, quedate tranca, Sacheri.. Sí de algo sirve, por mi parte, con este post trataré de reparar la falta, porque tenía dos libros tuyos ("Esperándolo a Tito y otros cuentos de fútbol" y "Te conozco Mendizabal y otros cuentos") en la biblioteca, dos libros que me había regalado Hugo Levín, tu editor, mi editor, un día en Galerna y no les había dado bola. Me los dio el mismo día que nos presentó ahí, no sé si te acordás pero nos conocimos, ahí, en las oficinas de Galerna, en la calle Lambaré. Esos dos los tenía en la biblioteca desde el 2006 esperando ser leídos. Y lo hice anoche, después de volver de ver acá, en Madrid, "El secreto de sus ojos". Me gustó mucho y cuando me fijé quién hizo el guión encuentro tu nombre. No sabés cómo me alegré! No sé por qué, por solidaridad, tal vez. Y cuando a la noche me quedé leyendo los cuentos me di cuenta de que sos un gran cuentista. Sin duda en la tradición del Negro Fontanarrosa y no lo digo sólo porque hablen de fútbol sino porque el registro es similar. Anoche alcancé a leer "Esperándolo a Tito", "De chilena", "Me van a tener que disculpar", "Te conozco, Mendizabal" y "9 de diciembre de 1824". Excelentes, Sacheri. "Esperándolo a Tito" me recordó uno del Negro Fontanarrosa es-pec-ta-cu-lar que seguro que lo tenés bien presente "Escenas de la vida deportiva". Al otro escritor que me recordaste fue a Osvaldo Agurire, casualmente otro gran cuentista rosarino.
¿Sabés dónde encontré todos tus cuentos que cuelgo? Sí, lo tenés clarito, en blogs sobre fútbol, ninguno en un blog literario. Por eso es que cuelgo este gol del Diego a los ingleses relatado por Victor Hugo porque, a pesar de que sos, Sacheri, un gran escritor, te promueven los amantes del fútbol y no los de la literatura y porque "Me van a tener que disculpar" me recordó ese milagro que nos regaló Diego ("Barrilete cósmico. ¿De qué planeta viniste?") del que nunca deberíamos olvidarnos. Gracias y, de nuevo, perdoná, Sacheri.Blog del autor del libro de cuentos "Historias fugaces de hombres y mujeres".