Pérez-Reverte y Moratinos, ¿perfecto mierda?

A estas alturas no hace falta decir a nadie que Arturo Pérez-Reverte es todo un personaje. Un perfecto personaje. Personalmente, siento admiración por casi todo lo que hace. Y no creo que deje nada al azar. Sabe que si se enfada y dice tacos vende más y lo hace.

Hace tiempo que tenía pensado escribir un artículo sobre él, pero me lo ha puesto en bandeja con sus declaraciones (a través de Twitter) en las que ha llamado al extinto ministro Moratinos “perfecto mierda” por dejar el ministerio llorando, tal y como Boabdil tuvo que dejar Granada hace más de 500 años.

Y lo mejor de todo es que de aquí se pueden sacar valiosísimas enseñanzas para propietarios de pequeños negocios o autónomos, como vosotros, que necesitan promocionarse, pero que apenas tienen dinero para ello. El consejo es buenísimo: deja que sean los demás los que te promocionen, sin que tú hagas nada ni te gastes tu dinero en ello. ¿Qué por qué digo esto? Bueno, creo que está bastante claro, tan solo basta con entrar en el Twitter de Pérez-Reverte para darse cuenta que en menos de 24 horas y desde que calificó a Moratinos como de “perfecto mierda”, ya ha hecho más de 2.000 nuevos amigos en Twitter. Y sigue aumentando.

Eso es lo que cualquier pequeño empresario querría, ¿no? 2.000 nuevos seguidores, de la noche a la mañana. Para ello, hay que ser un poco transgresor, pero también hay que tener mucho cuidado: es posible que la estrategia se vuelva en nuestra contra, sobre todo si utilizamos descalificativos o técnicas similares. Piénsatelo bien antes de hacer nada.

Sin embargo, ¿2.000 seguidores en menos de 24 horas? ¡Guau! No me extraña que el mismo Pérez-Reverte haya publicado un Tweet diciendo: “si lo llego a saber lo hago antes”.

Estas cosas no son tan casuales como parecen y hay gente que las sabe utilizar en beneficio propio y lo hace una y otra vez. No me extrañaría demasiado que Pérez-Reverte esté a punto de sacar un nuevo libro o que, aún si no lo saca, quiera ser el autor más vendido una Navidad más…

Y como decía, no es el único que utiliza estás técnicas con éxito. Pondré un par de ejemplos para explicarme. El primero, Federico Jiménez Losantos: cuando empezó con su programa de radio tenía pocos seguidores, y se dedicaba a descalificar a Iñaki Gabilondo, que por aquel entonces era el líder de audiencia y que por cierto, todavía se llevaba bien con todo el mundo. Un día Iñaki Gabilondo no aguantó más, y dedicó un minuto de su programa de radio (en horario de máxima audiencia) para emitir todo tipo de exabruptos y vociferancias hacia Federico Jiménez Losantos. A partir de ese momento, mucha gente empezó a escuchar a Federico.

El último ejemplo es el de otra escritora, Pilar Urbano.  En 2.008, Pilar Urbano escribió una biografía sobre la Reina Sofía. Una biografía entre tantas otras, así que el reto era muy complicado ¿cómo conseguir que fuera un éxito de ventas? Y el más difícil todavía, ¿cómo hacerlo sin gastar mucho dinero en la promoción? Pues curiosamente, aún no se había puesto a la venta el libro, cuando el colectivo homosexual ya empezó a hacer ruido (yo lo llamo publicidad gratuita), porque en las 350 páginas del libro había una líneas en las que Pilar Urbano afirmaba que la Reina en una ocasión había dicho que si la unión entre dos homosexuales no se podía llamar matrimonio. Bastó eso para que el libro estuviera en boca de todos y Pilar hablando del libro en todos los medios de comunicación. Por supuesto, que Pilar Urbano entraba al trapo en las entrevistas y nunca se olvidaba de recordar los párrafos más polémicos del libro. Así, avivaba la llama del escándalo y con ello multiplicaba las ventas de su libro y los beneficios… Si uno piensa mal, ¡hasta se le podría ocurrir que alguien envió una copia del libro a alguna asociación de homosexuales, con el párrafo en cuestión señalado y subrayado! Pero bueno, no tuvo porqué ser así…