Perseverancia y aprendizaje

Me considero perseverante en algunas cuestiones o parcelas de mi vida, o eso creo…

Seguir adelante a pesar de los obstáculos, dificultades, desánimo, aburrimiento, frustración,  no es suficiente. Nuestros Caminos de Vida, están llenos de situaciones adversas, que hacen que esos proyectos que iniciamos con perseverancia, se vengan abajo a pesar de nuestra ilusión y esfuerzo.

El fracaso, palabra horrible que reemplazaría por aprendizaje, es un paso más para llegar a una meta, sea cual fuere.

Hay un millón de casos que ilustran esta reflexión y  que para conseguir un objetivo, muchas personas, transitan por el pastizal del aprendizaje:

• Thomas Edison probó más de 6000 sustancias antes de encontrar la que finalmente resultó ser útil para crear el filamento de la bombilla eléctrica. Dijo que “el genio es un 99% transpiración y un 1% inspiración”.
• Abraham Lincoln perdió seis elecciones y fracasó en dos negocios antes de convertirse en uno de los presidentes más importantes de Estados Unidos.

“Es duro caer, pero es peor no haber intentado nunca subir

Mi caso no es una excepción, y de todo  el proceso he aprendido muchas cosas, buenas y malas. así que me toca agradecer a todos mis clientes que me han comprado, a mis proveedores , a mi familia por su apoyo incondicional, a mis amigos por creer en mí…

Me considero ganador, porque he vencido al miedo, me he atrevido a hacerlo,  ha asumir riesgos, a derrotar a mi “estado de confort” en el que mi vida estaba instalado. He asumido riesgos, cierto, pero creo es el único camino para salir de esta somnolencia que me tenía paralizado.

Toca resetearme, buscar nuevas metas, aprender de los errores y gestionar adecuadamente mis habilidades para salir adelante.Tropezar y volver a tropezar, la cuestión es levantarse y continuar.

Quizá nadie se acuerde de mi pasado, de lo que hecho, pero en la vida no se puede vivir mirando atrás, sólo vale el presente, el ahora la inmediatez del momento…

Todo cambia, en un instante, en un segundo, sin excepción para nadie, ricos, pobres… Así que toca seguir pedaleando en la montaña rusa de la vida.