Revista 100% Verde
como diría mi madre, mi hija dependiente: “es lo más grande” lejos de ser una carga para sus cuidadores, es un regalo.
Resulta curioso pensar que puede ser más importante lo que aportan las personas con dependencia, que el trabajo físico que supone a sus cuidadores.
Una persona dependiente, es un ser natural, es todo cariño, es todo amor, si le das amor, recibes amor incondicional.
A pesar del peso que supone estar el día entero dedicado a su cuidado, a pesar de cambiar la vida propia por vivir la suya, a pesar del esfuerzo, los cuidadores son inmensamente felices con las personas dependientes.
Dar es mejor que recibir.
Nunca se debe generalizar, eso es de todos sabido, pero en algún caso, como es el que relato, cabe mencionar que normalmente los cuidadores de los dependientes son felices por el mero hecho de cuidar a seres tan excepcionales, cuya esencia es puramente AMOR.
Por una sonrisa de ellos, son capaces de entregarles su vida.
El cuidado de las personas dependientes es complicado, siempre hay que estar despierto y atento a la limpieza, alimentación, medicación, malas noches, alteraciones en el comportamiento, etc...
Aun así, a casi todos los cuidadores, les compensa ese dedicado cuidado, ya que reciben más AMOR del que en una vida normal puedan recibir.