¡Hola, amig@s!
Creo que, dadas las horas que son, con esta reseña cerramos la andadura del Club de lectura de Jane Austen. Antes de ponerme con la reseña en sí quisiera agradecer de nuevo vuestra participación. He de reconocer que estoy especialmente satisfecha por haber podido acercar a esta escritora a la que tanto admiro a lector@s que de otro modo quizá no se hubiesen animado con sus obras. Esto le da sentido a todo.
Jane Austen es bien conocida en mayor o menor medida pero, si me permitís, me gustaría aprovechar para aclarar dos errores generalizados que se cometen con Jane Austen, esto es, considerarla una autora romántica y una novelista victoriana.
Empezando por el final, quizá debamos recordar que Jane Austen falleció en 1817 y la Reina Victoria fue coronada en 1838. Jane Austen pertenece por tanto a un período anterior, al denominado de Regencia, y que abarca, de forma amplia, el final del reinado de George III, incapacitado, y el reinado de su hijo George IV y William IV.
En cuanto a su adscripción romántica, digamos que la propia Jane Austen menospreció el movimiento romántico que empezaba a manifestarse y adquirir cierta relevancia por aquel entonces. El Romanticismo implica ruptura, desacato a la norma, naturaleza desatada... mientras que Jane Austen tiene en sus obras un evidente tono moralista. En sus novelas se encuentra romance, es verdad, pero no son novelas románticas.
Y dicho esto nos centraremos, si os parece, en la novela en cuestión. Aunque os ponga la cita larga en castellano, he releído la novela en inglés, como había comentado, en la edición de Oxford World's Classics.
Nada más ni nada menos que Anne Elliot, la encantadora protagonista de Persuasión. Intentaré aquí, con esta reseña persuadiros e incitaros a su lectura, si no lo habéis hecho ya. De no conseguirlo, deberá achacarse el fracaso no a los deméritos de la novela- está sobrada de atractivos- sino a la poca o nula maestría de la reseñadora."Anne, dotada de un espíritu sensible y un carácter dulce, lo que la habría hecho admirable para todo el que supiera apreciar la realidad, no representaba nada para su padre ni para su hermana mayor, su consejo no pesaba, sus solicitudes siempre eran desatendidas. En una palabra, no era más que Anne."
Anne vive con su vanidoso y viudo padre y su hermana mayor, Elizabeth, que ha heredado el orgullo y la pomposidad de Mr. Elliot. La otra hermana, Mary, se ha casado hace unos años con Charles Musgrove y ya no vive en la casa paterna. Desde las primeras páginas, la autora presenta a la familia y predispone al lector a posicionarse al lado de Anne, que tanto añora a su madre y que es ninguneada por toda su familia. La discreción, la dulzura y la humildad de carácter son sus señas de identidad. Pero son los miembros de su orgullosa familia los únicos que no saben apreciar a Anne en su justa medida. Así, la vieja amiga de la familia, Mrs. Russell, y los Musgrove, por ejemplo, disfrutan de la compañía y el carácter dulce y tierno de Anne.
Pero Anne no es feliz. Su familia está pasando por una delicada situación financiera, lo que les obliga a dejar su residencia y trasladarse a una casa más pequeña en Bath, ciudad que Anne detesta, y hay además un suceso de su pasado que pesa demasiado: Anne está soltera, tiene ya vientiseis años- ya una edad de cierta madurez para una mujer de la época- y ha dejado escapar su gran amor hace unos años, mal aconsejada por Mrs Russell."You pierce my soul. I am half agony, half hope."
El paso del tiempo, con las Guerras Napoleónicas de fondo, hace que Frederick Wentworth, el antiguo pretendiente al que había rechazado- ahora Captain Wentworyh- vuelva a tierra, y las casualidades propiciarán un reencuentro. El orgullo de uno, las inseguridades de uno y otro, algunos malentendidos y la confusión de sentimientos nos deleitarán y ocuparán hasta el final de la novela... de la magnífica novela.
Persuasión tiene, además del encanto de una bonita historia de amor, el indiscutible atractivo de la elegante pluma de su autora, de su aguda e inteligente observación de la naturaleza humana, de su crítica social- no demasiado ácida pero sí muy certera- construyendo con todo ello un cuento de hadas. Sobre la realidad menos inmediata y cercana, las Guerras Napoleónicas en este caso, se pasa de largo- no hay heridas, ni traumas, ni víctimas,..., nadie menciona la crudeza de la batalla-, solo lo más inmediato interesa. Y todo ha de tener un final feliz. Jane Austen lo tenía muy claro. Como se dice en Mansfield Park...
Y los lectores de una y otra época seguimos disfrutando de este cuento de hadas entre Anne y Frederick, de su placidez, del paseo por la campiña inglesa, del viaje en calesa, de los bailes y los flirteos... además de ser conscientes, por otro lado, de las hipocresías y marcadas normas sociales y de la dependiente situación de la mujer, llena de ataduras. A todas ellas Jane Austen las ayudará a conseguir la ansiada felicidad... en sus novelas al menos."Que otras plumas se ocupen de la culpa y las desgracias."
Persuasión es, en mi humilde opinión, la mejor de todas sus obras- superior a la sobradamente reconocida Orgullo y prejucio- y la más Austen de todas. Es una novela para soñar.
Y ahora, ¿qué me decís? ¿Os animáis a leerla?
¡Gracias por vuestros comentarios! Nos leemos...
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