Poco podría imaginar Jean Michel Jarre que, justo cuarenta años después de publicar el primer Equinoxe (1978) , la idea de esas extrañas criaturas que nos observaban a través de unos prismáticos, iban a tener tanta trascendencia en la actualidad. En aquel año 1978, la portada no dejaba de ser muy singular y atractiva, pero ahora la sensación de estar permanentemente vigilados, analizados y catalogados por algoritmos, es obvia como el correr del tiempo. Ya en Electronica 2 (2015) , en su tema Exit ya se denunciaba ese control que gobiernos y gigantes electrónicos ejecutaban contra los inocentes usuarios a un coste ínfimo para ellos, generalmente por la gratuidad de los wifis y las apps.
Jarre a veces nos pregunta a sus seguidores, quienes son esos “watchers” qué buscan, y qué obtienen de nosotros. Y hace unas pocas fechas comprobé que una de sus teorías coincidía con la mía, ya que asemejabámos a esas criaturas con el monolito de 2001, Una Odisea del Espacio(1968) , , como si siempre hubiesen estado allí, pero solo ahora nos percatamos de su existencia, de su misión.
Espero amigo lector que tú también me des tu opinión, sobre lo que ves en la portada, ojala como hice yo, con una copa de borgoña, en honor al gran lyonnais Jean Michel Jarre.
Portada de Equinoxe Infinity de Jean Michel Jarre (2018)
El Philippe Charlopin 2014 Cuvée Prestige Bourgogne está elaborado por el Domaine Philippe Charlopin , ubicado en Gevrey-Chambertin , y perteneciente a la AOC Bourgogne . Esta bodega familiar, fundada en 1977 con apenas una hectarea de viñedo, cuenta en la actualidad con apenas 25 hectáreas, distribuida entre las Côte de Nuits, Côte de Beaune y Chablis. Es un monovarietal de pinot noir, con una crianza posterior entre 12 y 16 meses en barrica de roble francés. 30% nueva, aunque como buen vino del país vecino, los datos de su elaboración no son accesibles, y ni falta que les hace. Presenta un color rojo picota de capa media, ribete grana, notas licorosas, lagrima densa y de ágil recorrido para un volumen del 13% ; notas de reducción al abrirlo que desaparecen con la aireación , fruta roja madura, intensidad media, recuerdos boscosos y notas especiadas; poderosa entrada, muy buena acidez, amplio, llena la boca, fruta roja muy madura, cuerpo medio, elegante, con un regusto final marcado por la barrica, y una larga persistencia. Vino de corte clásico, interesante y satisfactorio, no hay que dejarse engañar por su minimalista etiqueta.
R.
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