La carne por dentro está perfectamente cocinada, sin apenas merma en tamaño, guarda todos los jugos y a la vez sigue estando roja. Por fuera, una deliciosa costra tostada, ligeramente crujiente, hace que cada bocado nos lleve al paraíso. ¿Cómo la hemos preparado? No ha sido difícil ni laborioso y ha quedado de cine.
Ingredientes para cuatro personas
1 picanha o tapilla sin filetear (pesaba 1.250 g), aceite de oliva virgen extra, hierbas aromáticas al gusto (yo usé tomillo y romero frescos y una mezcla de hierbas provenzales para carne secos), sal y pimienta
Cómo hacer picanha doble cocción
Primera cocción. Baja temperatura
Lo primero es preparar la carne. La dejamos a temperatura ambiente durante una hora y la espolvoreamos ligeramente con sal y pimienta. Después, buscamos una bolsa de tamaño adecuado para hacer la primera cocción, usando la técnica de cocina a baja temperatura en bolsa al vacío. Untamos bien la carne con un poquito de aceite de oliva virgen extra y picamos las hierbas. Apretando con las manos, pegamos bien las hierbas a la carne y la introducimos en la bolsa. Añadimos un buen chorreón de nuestro aceite preferido y cerramos la bolsa y ya la tenemos lista para cocinar.
Mientras, ponemos en una cacerola grande nuestro dispositivo AnovaCulinary, que nos convierte una cacerola de casa en un roner y una vez atornillado el soporte, cocinamos la carne durante 1 hora y media a 55º. En ese proceso, la carne quedará perfectamente cocinada pero guardando sus jugos dentro de la bolsa y sin apenas merma.
Como el Anova hace circular el agua a la vez que la calienta, la temperatura es uniforme y la cocción a baja temperatura resulta perfecta. Una vez cocinada la picanha, abrimos el paquete para pasar a realizar la segunda cocción. Así queda la carne al abrir la bolsa, tras este primer proceso.
Segunda cocción: altísima temperatura
Para rematar la receta y darle un aspecto delicado, vamos a utilizar la técnica contraria. Si antes habíamos hecho la carne a baja temperatura, ahora vamos a cocinarla unos segundos a altísima temperatura, con ayuda del horno Beefer. Así podremos crear una costra crujiente a 800º de temperatura y dejar la carne tostada y crujiente por fuera, sin dar tiempo a que se sobrecocine el interior.
Una vez bien dorados los dos lados, tras unos 60 segundos por cada cara, ponemos la carne en la bandeja y la dejamos reposar durante cinco minutos para que los jugos se asienten y se prepartan bien en el interior de la carne, antes de proceder a su fileteado.
Cuesta mucho trabajo resistir la tentación pero ese periodo de espera es necesario para un resultado perfecto. En ese tiempo podéis preparar una guarnición (arroz blanco, ensalada, patatas chips, etc) a vuestro gusto o ir abriendo una botella de vino para acompañar esta delicia.
Una vez reposada la carne, cortamos en trozos no demasiado finos, -yo prefiero notar la carne y su textura- y los llevamos a la mesa. Los jugos que hemos recogido de la bolsa de la primera cocción y los que haya soltado al partirla, los podemos reducir ligeramente para hacer una salsa concentrada de carne como acompañamiento.
Y ahora viene lo mejor, el momento de disfrutarla en buena compañía, con las guarniciones elegidas y con un buen vino. Os aseguro que el resultado es inolvidable.
Si estáis interesados en estos aparatos, el Anova Culinary para la cocina a baja temperatura y el Beefer como horno de altísima temperatura, visitad sus webs porque si como a mí os gusta cocinar, seguro que les sacaréis mucho partido. Espero que os haya tentado con esta picanha doble cocción.
Sed felices,
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