Pig, una trufa audiovisual

Por Alejandro Pereira Soto

Michael Sarnoski debuta en la dirección de la mano de Pig, una película que, a pesar de partir de una premisa muy conocida en los últimos años, se convierte en algo completamente original conforme avanza su metraje. Pig, una trufa audiovisual Pig narra la historia de Robin, un hombre huraño que vive solo y aislado en una zona salvaje de Oregón. Su día a día se centra en la recolección de trufas acompañado de su cerda trufera. Una noche, un par de desconocidos lo asaltan y le roban su querido animal de compañía. Este será el motivo por el que nuestro protagonista regrese a Portland para recuperar a su querida cerda trufera, a la vez que se enfrenta a su pasado. Pig, una trufa audiovisual Nicolas Cage encarna el papel protagonista y se echa el peso dramático de la película a sus espaldas para conseguir elevar todas las escenas dramáticas de una manera sublime. Pig nos habla de la pérdida, no de la venganza como puede parecer desde un primer momento al espectador. En esta historia no hay acción desenfrenada, sino un viaje lento hasta las entrañas de Robin, que lo único que quiere es recuperar a su cerda trufera. Al lado de Nicolas Cage está un Alex Wolf muy correcto que actúa del compañero de viaje perfecto para el protagonista. Pig, una trufa audiovisual Michael Sarnoski nos regala una historia pausada y bien cuidada que reflexiona sobre las consecuencias de la pérdida en nuestra vida. A su vez también habla del pasado y como, de manera inevitable, no podemos deshacernos de él. Pig es una película que va creciendo en dolor y en emoción. Vamos conociendo de a poco qué llevó a Rob a vivir como vive. Una película que va poco a poco subvirtiendo expectativas y que, pese a su exótico sabor, deja un buen gusto en el paladar del espectador, como el de una buena trufa.