Revista Cine

Pildorillas de cine de fin de semana

Publicado el 23 marzo 2012 por Manuelmarquez
Pildorillas de cine de fin de semana
* Este artículo fue publicado originariamente en mi antiguo blog (El (viejo) glob de Manuel) el 2 de abril de 2006, bajo el epígrafe Grageas de cine.
- La FECE (Federación de Cines de España), entidad que aglutina a los exhibidores de cine de nuestro país, lanza un informe que, a caballo entre la queja y el llanto, se dedica a pintar un retrato desolador acerca de la situación del sector, en el que si algo destaca poderosamente es la amplitud de la "línea de fuego" (disparan contra las grandes distribuidoras estadounidenses –que les exprimen con porcentajes muy por encima de los baremos establecidos en otros países europeos-, disparan contra las autoridades gubernativas competentes en materia cinematográfica –a las que acusan de mantener una, para ellos, obsoleta e injusta cuota de pantalla-, disparan contra las entidades locales, ayuntamientos y diputaciones –a las que imputan competencia desleal por la programación de cine actual y de estreno reciente con carácter gratuito-, disparan contra la industria audiovisual –a la que tachan, en connivencia con las autoridades competentes, de aceleradamente voraz, al no respetar unos tiempos mínimos de exhibición exclusiva en pantalla-, disparan contra la ciudadanía toda –dedicada machaconamente al pirateo constante de material filmico en Internet y a la conversión del shopping por el top-manta en el sustitutivo perfecto de esas antiguas y decadentes tardes de compras por los bulevares comerciales de las ciudades...-), y el ejercicio (o, más bien, no ejercicio, habría que decir, con mayor propiedad) de ese deporte tan extendido en nuestro solar patrio que es el de la carencia absoluta de cualquier atisbo de autocrítica. No existe mención alguna al precio de las entradas de cine, ni a la ubicación de las salas, ni al tamaño de éstas y sus pantallas (según ellos, las salas de cine españolas son "las mejores de Europa": si eso es cierto, mucho me barrunto que a la entrada de los cines en Francia, Alemania o Suecia deben entregar lupas, anteojos, o lentes microscópicas, para poder ver las imágenes...). Y algo de todo ello debe influir también en el estado de las cosas, aunque sea en mínimo grado. ¿O no...?
- Siempre es buen momento para disfrutar del buen cine, pero hay coyunturas (políticas, sociales...) que pueden hacer muy recomendable el recuperar algún film cuyo contenido puede ser particularmente oportuno en un contexto determinado. Por ejemplo, si no la han visto, les recomiendo, amigos lectores, que no dejen de ver La pelota vasca, la piel contra la piedra, de Julio Medem: ahora que parece que empiezan a soplar vientos (aun inmensamente suaves, pero no cabe descartar que vayan embraveciéndose con el transcurso del tiempo y los acontecimientos) de paz en el País Vasco, quizá sea un hermoso ejercicio de reafirmación en la esperanza el contemplar cómo ese deseo de subvertir una situación penosa –pese a lo que tanto "crítico en la distancia" (es decir, sin haberla visto; es más, haciendo pública ostentación de que jamás iría verla...)- le pudo achacar, en su momento, en sentido contrario- que recorre las imágenes y sonidos de ese film puede estar próximo a empezar a materializarse. Y si ya la vieron, como es mi caso, no está de más una revisión sosegada y atenta (ya les contaré qué tal...).

* Grageas de cine IX.-
* Antecedentes penales (El viejo glob de Manuel) XVII.-

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