Revista Expatriados
Cuando te quedan dos telediarios para las elecciones, tienes que cambiar el gobierno y algunos de los ministrables no se te ponen al teléfono, es que pintan bastos. Esto es lo que le ha pasado a la Jequesa Hasina en Bangladesh.El pasado trece de septiembre la Jequesa Hasina formó nuevo gobierno. Los cambios consistieron básicamente en jugar a las sillas musicales, rotando a Ministros quemados a otras carteras con la esperanza de que allí sean incombustibles y colocando a Ministros con la reputación más o menos intacta en carteras donde se van a quemar rápido. También ha habido otro aspecto de los cambios que ha sido muy destacado: se trataba de pasarles la mano por el lomo a los descontentos de su partido y de los partidos de la coalición de gobierno para que dejaran de tirarle piedras. Nada calma más el descontento como que te den un cargo oficial. De pronto descubres que ese gobernante que tuvo la presciencia de fijarse en ti, no es tan malo. Lo de atraerse a los descontentos ha implicado ensanchar un poco más el gabinete, que empieza a parecer el metro un día de huelga a la hora punta. Cuando la Liga Awami asumió el poder en 2008, el gobierno tenía 31 miembros. Tras esta remodelación el número de miembros es de 51. Dado que el Parlamento consta de 300 diputados, esto significa que uno de cada seis diputados es Ministro. Hay ayuntamientos que convocan plazas de barrendero a las que concurren 100 candidatos. Va a resultar que es más fácil llegar a Ministro en Bangladesh. Con un poco más que amplíe el gobierno, la Jequesa Hasina podría hasta asegurarse la mayoría absoluta en el parlamento. Sólo necesita nombrar 100 ministros más. La Ministra de Interior, Shahara Khan, bajo cuyo mandato se ha producido un deterioro de la seguridad ciudadana y han ocurrido casos tan graves como los de la desaparición del opositor Ilia Alias o el misterioso asesinato de la pareja de periodistas Sagar Sarwar y Meherun Runi, se ha visto recompensada con el Ministerio de Correos y Telecomunicaciones. Si Shahara cree que va a un puesto tranquilo, se equivoca. Allí le esperan varias patatas calientes como la concesión de seis licencias para instalar líneas fijas internacionales, cuando lo previsto eran sólo tres, o la licitación del proyecto satelital Bangabandhu-1. Rajjudin Ahmed Raju, que era el Ministro de Correos y Telecomunicaciones que dejó esas patatas calientes, ha pasado al Ministerio de Trabajo y Empleo. Pero hete aquí que el Ministro de Trabajo, Empleo, Bienestar de los Expatriados y Empleo en el Extranjero era el consuegro de la Jequesa, Khandaker Mosharraf Hossain, y uno siempre debe tratar bien a la familia, aunque sea la familia política. En este caso se impuso la solución salomónica: a Khandaker le dejaron la mitad de su Ministerio, y ahora queda como Ministro de Bienestar de los Expatriados y Empleo en el Extranjero. De paso el nombre del Ministerio es ahora mucho más eufónico. Los marrones del Ministerio de Interior los heredará Mahjuddin Khan Alamgir. Alamgir es de esos políticos inteligentes y coriáceos que pueden ser unos aliados más que incómodos, pero siempre resulta mejor tenerlos como amigos. Alamgir se ha estrenado dando un poco de jabón a su predecesora, de quien ha dicho que “desempeñó sus funciones con las mayores sinceridad y éxito.” Qué pena que ya no estén entre nosotros Sarwar y Runi para dar su opinión al respecto. Otra nueva cara en el gobierno que ha suscitado comentarios es Mostafa Faruk Mohamed, nuevo Ministro de Información y Tecnología de la Comunicación. FarkMohamed es miembro de un despacho de lobby que ha intervenido en bastantes licitaciones públicas y cuyo dueño, el ex-Ministro Abul Hossain, fue cesado en julio por haber intervenido en el sucio asunto del puente sobre el río Padma (uno de esos temas que darían para una entrada por sí solos). Parece que Faruk Mohamed no estaba en la lista inicial, pero que hubo que recurrir a él cuando Tofail Ahmed y Rashid Khan Menon rehusaron entrar en el gabinete. Y ahora vienen las preguntas del millón de dólares: ¿aguantará el gobierno hasta las elecciones? ¿ganará la Jequesa Hasina las elecciones? Con respecto a esta segunda pregunta, un indicio de que las cosas pintan color de hormiga es que según rumores bastante autorizados habría varios miembros del gobierno que habrían enviado sus curriculums a organismos internacionales advirtiendo que estarán disponibles a partir de enero de 2014.