Los establecimientos de servicio a domicilio y las marcas congeladas se han hecho con un hueco en nuestra vida cotidiana, pero hoy vamos a fabricar de una vez nuestra pizza, que lo casero siempre-siempre sabe mejor. De ese modo ya tendréis la información necesaria para "emular" (nunca repetir puesto que no trabajamos con los hornos de piedra necesarios para dar con el toque perfecto) una pizza al más puro estilo del país vecino. Nos ayudaremos de la sartén para dejar la base crujiente por debajo y luego acabaremos la jugada en el horno. Coged los ingredientes que más os gusten porque ahora todo depende de vosotros. ¡Mandiles arriba!
INGREDIENTES (2 pizzas grandes)
Para la masa:
400 grs de harina, 200 ml de agua, 2 cdas de Aceite de Oliva Virgen Extra, 1 sobre de levadura de panadería, Sal y Harina (para trabajar la masa), 1 cda de azúcar moreno
Para el relleno
Champiñones Portobello, Jamón cocido, Mozzarella fresca, Albahaca fresca, Queso Parmesano
Para la salsa de tomate
1 bot de tomates enteros (o triturado), 1 cebolla, 2 dientes de ajo, 1 cda de Tomate concentrado, sal, pimienta negra y orégano
La masa
Vertemos en un bol amplio (luego la masa crece) la harina, el azúcar y la sal. Mezclamos bien.
Echamos la levadura en polvo en el agua y removemos.
Hacemos un agujero en el centro y añadimos el agua y el aceite de Oliva. Ahora toca amasar y "jugar" con la masa. El truco es echarle tiempo y trabajarla bien. Estirando y recogiendo. Estirando y recogiendo. Podemos añadir un poco de harina en este punto para facilitarnos la tarea.
NOTA: Tenemos que trabajarla hasta que la masa no nos quede pegajosa en los dedos.
Cortamos en dos porciones (200-250 grs cada una) y les damos forma de "bola". Dejamos reposar en una bandeja con un poco de harina y aceite en la base, y la cubrimos con un paño por lo menos 1 hora y 30 minutos. Mientras tanto...
Preparamos la salsa de tomate.
En una sartén con un par de cucharadas de aceite de oliva sonfreímos el ajo y cebolla hasta que empiece a volverse transparente. Añadimos 1 cda de Tomate Concentrado y removemos.
Momento de incorporar el tomate en trozos o triturado, el orégano, la sal y la pimienta. Removemos con cuidado y dejamos cocinar a fuego suave durante 20-25 minutos. NOTA: Si notamos muy ácido el tomate podemos rectificar con un poco de azúcar. Y podemos triturarlo todo, si no queréis trozos visibles.
Volvemos a la pizza...
Vamos precalentando el horno a 180º.
En una superficie lisa y limpia espolvoreamos harina. Ahora toca trabajar la masa. Vamos a coger una bola de nuestra masa reposada y con cuidado, vamos a ir haciéndola girar para darle forma redonda. Lo mejor es ir de "dentro hacia afuera" con las yemas de los dedos. NOTA: Si se nos rompe o surge algún agujero lo mejor es coger un trocito de los laterales y "pegarlo".
Cuando tengamos la masa con la forma deseada y bien fina (podéis ayudaros con un rodillo para ello) ponemos una sartén (apta para horno) al fuego con un poco de aceite de Oliva. Calentamos.
Colocamos la masa en la sartén y la ajustamos bien a los bordes. Esto nos ayudará a que se vaya haciendo y para darle un toque crujiente por debajo muy típico de las pizzas italianas. En la misma sartén añadimos 2 cdas de la salsa de tomate (no os paséis) y la extendemos con ayuda de una cuchara. Rallamos un poco de Queso Parmesano.
Ahora ya podéis añadir los ingredientes que más os plazcan. Yo usé Mozzarella fresca y albahaca para una (Margarita) y otra con champiñones Portobello y Jamón Cocido. Dejamos que la pizza se nos haga unos minutos y la introducimos en el horno hasta que se funda el queso.
Ya no hay excusas. Os toca hacer pizzas caseras... ¡Que aproveche, hitchcookian@s!