Damián
"Plaza de Ripa"
Acuarela sobre papel
Durante siglos este honor se reservó precisamente a situaciones que se sustraían de lo insignificante y representaban individuos ejemplares en circunstancias paradigmáticas. Pero aquí el autor nos sorprende y reconduce la anónima existencia al plano de lo costumbrista, lo impersonal al plano de lo intrínsecamente íntimo y consigue con ello que la insignificancia misma de la escena sea la encargada de dar sentido trascendente al simple retrato de una soleada plaza en abril.