Envuelta en una oscuridad que me abraza como un sudario, no tengo nada que me distraiga de mis recuerdos del asesinato de Reyad. Él merecía morir, pero según la ley, yo también.
Aquí en Ixia, el castigo para el asesinato es la muerte, y ahora estoy esperando al verdugo.
Pero la misma ley que me condena me puede salvar. El catador de comida de Ixia, cuya misión era asegurarse de que la comida del Comandante no estaba envenenada, ha muerto. Y según las normas, el siguiente prisionero destinado a ser ejecutado, es decir yo, puede ocupar ese puesto... Es la única oportunidad que tengo para seguir viviendo.
15.90 € 360 págs. 22 de septiembre de 2011
publicado el 05 mayo a las 05:38
amo esta serie desde que la comense a leer