Desde hace meses existe una fuerte polémica con respecto a la construcción de un monumento conmemorativo sobre la ocupación alemana de Hungría durante la 2º guerra mundial. En cuanto el gobierno de Viktor Orbán anunció su construcción, muchos historiadores y organizaciones de Hungría y del extranjero se llevaron las manos a la cabeza y acusaron el proyecto de pretender falsear la historia del país.
Dicho monumento consiste en el águila alemana (representando al tercer reich) atacando desprevenidamente al inocente arcángel de San Gabriel (representando al reino de Hungría), orbe en mano, viniendo a decir que los crueles alemanes invadieron a la pobre Hungría inocente, y a consecuencia de esta invasión tuvo lugar la limpieza étnica en el país magiar.
Monumento de conmemoración a las víctimas con una pancarta que lo acusa de falsear la historia.
Para más inri, la estatua llegó a su lugar de emplazamiento (Szabadság tér) por sorpresa en la madrugada del pasado domingo 20 de Julio, y fue colocada en plena noche (aunque lo cierto es que debido a las molestias ocasionadas en el tráfico normalmente esto siempre se hace de noche). A la mañana siguiente unos 150 manifestantes se acercaron al monumento para protestar y lanzarle huevos, aunque estaba tras una valla y fuertemente custodiado por la policía (pese a todo varios huevos lo alcanzaron). Los propios políticos de Fidesz (como László Simon) rechazaron acudir a la inauguración, temerosos del revuelo. Esta plaza acoge también un monumento a la liberación de Hungría de la ocupación alemana por parte del ejército soviético que se ha visto envuelto en algunas polémicas.
Llegada de la estatua en plena noche.
Las organizaciones de víctimas y muchos historiadores creen errónea esta interpretación de la historia, argumentando que el almirante Miklós Horthy se asoció rápidamente a Hitler al comenzar la segunda guerra mundial, seducido por la idea de recuperar los territorios perdidos en el tratado de Trianon, impuso un gobierno fascista, discriminó a los judíos y trabajó junto con el dictador alemán. Sin embargo fue mucho más moderado en su postura, muy ambigua, ya que Horthy dudaba en todo momento de la posibilidad real de que Alemania saliese victoriosa de la guerra, y tuvo importantes diferencias con Hitler, lo que le llevó a retrasar las salidas en masa de los judíos húngaros hacia los campos de exterminio e incluso a firmar un armisticio con los soviéticos.
Debido a esta traición, que agotó la paciencia de Hitler con Horthy, el dictador alemán decidió invadir Hungría mientras enviaba a Horthy a una conferencia falsa. En dicha invasión no encontró un ápice de resistencia por parte del ejército húngaro, incluso las tropas alemanas fueron recibidas con aplausos en varias ciudades. Tras la ocupación alemana, Horthy fue obligado a dimitir y fue reemplazado por Sztójai, quien autorizó el comienzo del holocausto húngaro, y posteriormente por Szálasi. Los dos últimos fueron condenados a muerte tras la 2º guerra mundial. La política ambigua de Horthy le sirvió para salvar el pescuezo y retirarse a Portugal a vivir los últimos años de su vida. En los últimos años se han instalado varias estatuas de Horthy en algunas localidades de Hungría, lo que ha generado también bastante revuelo.
Según el primer ministro húngaro, la interpretación histórica del monumento es "precisa e inmaculada", y argumentan que sin la ocupación alemana no se hubiesen aprobado las deportaciones masivas de judíos húngaros a los campos de exterminio. Pese a todo, reconocen que el gobierno de la época tuvo parte de la responsabilidad histórica.
La puntilla ha sido un posible error en la traducción del texto del monumento. En inglés se refiere a las "víctimas", mientras que en hebreo se puede interpretar como "sacrificio de animales", según algunos traductores (otros dicen que es correcto). En los textos en inglés y ruso también hay pequeños fallos, según algunos expertos (el más evidente: en inglés debería poner "in memory of THE victims").