Caminando por el sendero que está después del puente peatonal en el Arroyo Itá, me encontré con esta confiada Pollona negra que me permitió acercarme a ella para poder fotografiarla; me acomodé para obtener un buen ángulo con respecto a la luz, y quedé muy satisfecho con las 6 tomas que pude hacer a menos de 5 metros de distancia.
En algunas de ellas se pueden ver las patas debajo del agua y el detalle del color rojo de la liga.